Toda madre sabe que durante el embarazo debe mantener adecuados hábitos alimenticios y de vida. Sin embargo, lo que muchas mujeres ignoran es que existe un compuesto de mucha importancia para el proceso de embarazo y la salud de su futuro bebé, que debe ser ingerido antes y después de que se produzca la fertilización: el ácido fólico.
Ácido fólico: compuesto vital para la salud de tu hijo


¿Qué es esta sustancia y qué función cumple para el embarazo? El ácido fólico es considerado una vitamina B. Su función principal radica en favorecer el desarrollo y la generación de las células dentro del organismo.
Ahora bien, en relación con el feto y especialmente durante las primeras semanas del embarazo, el ácido fólico se encarga de que la médula espinal y el cerebro se formen correctamente, algo obviamente imprescindible. De no ocurrir de este modo, es probable que se produzca un aborto espontáneo.

Por otra parte, una dieta baja en dicho compuesto provocaría trastornos en el tubo neural del nuevo ser ―lo que se conoce como síndrome del tubo neural―. Las manifestaciones de esta enfermedad pueden ser varias, la espina bífida entre ellas. Esta alteración puede dar lugar a parálisis de las extremidades inferiores, afectaciones en la vejiga e incluso problemas de control intestinal.
Por esta razón, es altamente recomendable que las mujeres que intentar quedar embarazadas y aquellas que ya lo están tomen ácido fólico diariamente. Las primeras pueden seguir una dosis máxima de 400 microgramos; a las segundas los médicos les prescriben hasta 1000 microgramos diarios, lo que justamente incluyen la mayoría de las vitaminas prenatales que son recetadas durante este hermoso período.









