Lifestyle

¿A qué edad mi hijo sabe realmente su orientación sexual?

¿A tu hija le encanta jugar con los autitos y otros juegos de su hermano? ¿Tu hijo insiste en ponerse tu ropa, tus tacones y hasta probarse tu lápiz labial? Entonces, sigue leyendo esta interesante información.

PUBLICIDAD

Cuándo pueden los niños percibir sus diferencias físicas

Los niños realmente desarrollan una fuerte identidad de género mucho antes de tener edad suficiente como para ir a la escuela, pues la conciencia de ser un niño o una niña comienza en el primer año de vida, alrededor de los ocho a diez meses de edad, cuando normalmente descubren sus genitales.

Luego, cuando tienen entre uno y dos años de edad, los niños se vuelven conscientes de las diferencias físicas entre los niños y las niñas, y antes de su tercer cumpleaños son capaces de etiquetarse a sí mismos como un niño o una niña a medida que adquieren un fuerte concepto de sí mismos. A los cuatro años, la identidad de género de la mayoría de los niños es estable y saben que siempre será un niño o una niña.

VER MÁS: Desarrollo sexual en los niños: ¿qué es lo normal?

Imagen thinkstock

El comportamiento aprendido en relación con su género

A esa misma edad los niños aprenden el comportamiento esperado para su género, es decir, las cosas "que hacen los niños" o "que hacen las niñas". Por ejemplo, es probable tu hija elija las muñecas, jugar a la casita, y hornear. Por el contrario, tu hijo puede llegar a elegir juegos más agresivos y activos, y sentirse atraído a los juegos de guerra y a los camiones de juguete.

En mitad de la infancia, la identificación de género se ve cada vez más firmemente establecida, no sólo en el interés de los niños en jugar más exclusivamente con los de su mismo sexo, sino también en su interés en actuar y verse como los de su mismo género y tener las mismas cosas que sus pares del mismo sexo: juguetes, ropa, música, etc. Durante la edad de la escuela primaria los niños a menudo expresan una fuerte aversión a las niñas, y viceversa, tal vez como una manera de fortalecer su propia identificación de género.

Imagen Thinkstock

¿Son adecuados estos estereotipos?

Siempre han existido, y creo que están para quedarse. Sin embargo no deberíamos alimentar en nuestros hijos la idea de que hacer cosas que son comunes en el género opuesto son esencialmente males para ellos mismos. Por ejemplo, si tu hijo llora podrías decirle que llorar es una emoción típica de todo ser humano, no solamente de las niñas y las mujeres. Además, si tu hija se ve inclinada a deportes que por lo general son practicados por varones (como el rugby o el fútbol) explícale sin juzgarla que la necesidad de movimiento es propia de toda persona, y que algunos son más tranquilos y prefieren la danza o la lectura mientras que otros somos más dinámicos y necesitamos movimientos más fuertes y enérgicos.

PUBLICIDAD

VER MÁS: 4 tips para evitar los estereotipos de género en preescolares

¡Y sobre todo explícales que, EN REALIDAD, mujeres o varones, SOMOS SERES HUMANOS!