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8 cosas que quiero mis hijas sepan antes de cumplir los 18 años

Micol, con sus ocho años, tan llenos de vida y de alegría; Micaela, son sus trece años, llenos de rebeldía y de descubrimientos. Las miro y han crecido tanto, pueden ser tan independientes por momentos, que me asusta no ser necesitada. Las miro y observo el mundo que heredan, que por momentos parece querer tragárselas, que me paralizo.

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Quisiera pasarles todo mi conocimiento adquirido con los años vividos, con los triunfos y las derrotas; quisiera regalarles las huellas de los caminos andados y desandados; quisiera evitarles los laberintos con los que muchas veces la vida nos sorprende. Pero es imposible, deben vivir su vida, con sus propios pasos, latiendo con su propio corazón en cada uno de ellos.

Sin embargo, hoy deseo compartir con mis amigas de EntrePadres, ocho cosas que me gustaría que mis hijas sepan antes de cumplir los 18 años.

Quisiera que sepan que:

Su trabajo no es hacer felices a las personas que las rodean

La felicidad depende de cada uno. Ustedes sólo deben ser buenas personas, honestas y vulnerables; impulsadas por los valores que con tanto amor y preocupación su padre y yo les transmitimos desde nuestro ejemplo y desde nuestra palabra.

Nunca deben avergonzarse de sus pasiones

Si un amigo se burla de sus intereses y de lo que las apasiona, entonces no es un buen amigo. Un amigo es aquel a quien le podemos mostrar el alma, sin sentirnos juzgados ni condicionados.

Defiendan sus convicciones

Los padres, al igual que el resto de los humanos, no somos infalibles y podemos equivocarnos. Por eso, defiendan sus ideas, en base a la argumentación. Y cuando se equivoquen, pidan disculpas. Las disculpas ennoblecen a quien las pide, porque al contrario de hacernos sentir disminuidos, nos engrandecen.

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Siéntanse hermosas

Porque lo son; porque la belleza de una persona no se mide por un estereotipo de mujer, sino por la belleza de sus actos; porque un espíritu sano y libre rodea a la persona que lo posee de un aurea especial y yo la puedo percibir en ustedes, cada día, en esos hermosos ojos claros que me contemplan y en cada beso de las buenas noches.

Imagen Thinkstock

Ustedes no son yo

Y me alegro que así sea, aunque en algunos ademanes y dichos me reconozca. Espero poder concretar el sueño de una maternidad basada en el respeto por la individualidad. Espero haberles dado alas y que las usen sin miedo, impulsadas a una eternidad de creatividad y sueños realizados.

Defiendan sus sueños, los chiquititos y los gigantes

Porque la vida sin sueños es una página en blanco, es un día gris, es un barco perdido buscando desesperadamente un puerto para anclar. Los sueños son guías para el caminante; los sueños son un ápice de oxígeno, que revoluciona. Y siempre, siempre prefieran las revoluciones a las pesadillas.

No le cedan el poder de su vida a nadie

Han atravesado tanta galaxia para llegar a este mundo, en este momento y con esta mamá, que defiendan su integridad siempre. Que su felicidad no dependa de nadie; nadie puede llenar los vacíos interiores de otra persona ni estamos en esta vida para salvar a nadie que no quiera ser salvado.

Las amo, furiosamente, las amo

Aunque me equivoque cientos de oportunidades, pido perdón, llegué tarde y perdí la vacante en la Universidad de las Madres. Las amo, aunque a veces me vean enojada y ni siquiera yo misma sepa por qué los adultos somos bichos raros. Las amo, porque no podría no amarlas; porque presentía su presencia antes de que llegaran y porque amo a las personas en que se convertirán.

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Las amo con mis días soleados y nublados; con mi grandeza y mi pequeñez; con mi abundancia y mi miseria; con las palabras pronunciadas y mis silencios.

Las amo, para siempre.

Comparte qué cosas te gustaría que tu hijo supiera antes de cumplir los 18 años.

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