No hay una, sino que son un montón las diferencias entre un segundo embarazo y el primero. Mucha culpa de que así sea la tiene el entorno de la embarazada primeriza, a la que por lo general se la suele tratar como una reina. Todos complacen sus antojos, la sobreprotegen y miman. Pero además para ella misma, ser mamá por segunda vez es muy distinto.
6 diferencias entre el primer embarazo y el segundo

1. La importancia de las cosas

No tiene que ver con sentimientos, pero de algún modo todo aquello que era súper importante en el primer embarazo, durante el segundo ya no lo es. Por lo general, la primera ecografía es vista casi con lupa para no perdernos detalle, se la enviamos o mostramos a todo el mundo aunque poco puedan entender o se vea en ella. Pero para el segundo bebé, la ecografía es algo rutinario, en realidad lo que más nos importa es que nos digan que todo está en orden. Luego, la imagen es una más, sobre todo si es la del primer trimestre en donde todavía es pequeño.
2. Quieres saberlo todo

Con el primer embarazo te alimentas de información proveniente de todos los medios posibles y todavía crees que necesitas más por saber o aprender. Marcas cada día o semana que pasa en el calendario tal y como si fueras una presa que cuenta los días que faltan para quedar en libertad.
Con el segundo bebé, ya tienes cierta experiencia, por lo que igual te suscribes a algún newsletter de embarazo para que te envíen información actualizada y compras algún libro, pero no mucho más. Cuentas los meses, porque el médico también lo hace y de algún modo necesitas una fecha orientativa en la que se supone darás a luz, pero sabes que el primer tirimestre se pasa muy lento.
3. Fotografías ¡qué no falten!

Otra cosa que haces durante tu primer embarazo es pedir que tomen fotografías cada vez que crees que tu barriga ha crecido un poco. Le dices a tu marido que tiene que hacerse tiempo para tomarte alguna foto embarazada, de lo contrario darás a luz y no tendrás ninguna de recuerdo.
Para el segundo embarazo casi que te acuerdas de tomarte fotografías cuando la panza ha crecido bastante. De un momento a otro te encuentras tomándote varias fotos, no vaya a ser que luego no tengas ningún recuerdo para mostrarle a tu segundo hijo.
4. Las complicaciones

Con el primer embarazo todo resulta traumáticamente preocupante; los trastornos y discapacidades posibles con las que podría nacer tu bebé, el hecho de que hayas compartido un mismo ambiente con un fumador o él que un gato desconocido haya rozado tu ropa, puede convertirse en paranoia total. Es normal, todas las futuras mamás tenemos miedo de que él bebé tenga algún problema físico o mental. Recuerdo que al nacer mi primer bebé mi mamá me dijo “tiene todos los deditos”. Increíble, pero es así, son las preocupaciones de primerizas.
Con el segundo también las tienes pero son más razonables, y no te haces tanto problema por algo que ni siquiera tienes probabilidades genéticas de que ocurra.
5. La alimentación

Para el primer bebé te cuidas tal y como te lo dice la matrona y el médico, sigues la dieta a rajatabla. Con el segundo comes lo que te apetece y cuando quieres, ya no hay dieta que valga.
6. El porqué de las diferencias

Lo que suele pasarnos a la mayoría de las mujeres que tenemos un segundo hijo, es que al nacer éste debemos dividir aún más los tiempos. A diferencia del primer embarazo en donde la atención era solo para un niño, ahora hay que compartirla con el hermano mayor, por lo que hay muchos aspectos que se ven minimizados o se les resta importancia por una cuestión lógica ¡No se puede hacer todo a la vez! Este no es el único, pero al menos en mi caso es uno de los grandes motivos por los que hay diferencias entre el primer embarazo y el segundo.
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Y para ti, ¿cuáles son las diferencias entre el primer embarazo y el segundo? ¡Cuéntanos!









