5 cosas que extraño de cuando no era mamá

Tener un hijo me ha cambiado totalmente la vida y debo confesar que aunque la experiencia es maravillosa en muchos sentidos, hay ocasiones en que extraño varias cosas. Algunas parecen insignificantes, pero hoy las valoro tanto, que quisiera repetirlas aunque sea solo un día.

#1 Una noche de sueño completa

¡Extraño una noche de sueño completa con todo y despertarme tarde, levantándome de la cama con la sensación de haber descansado lo suficiente! Cuando tienes hijos, sobre todo pequeños, te desvelas porque aprovechas el tiempo para ti (o para la casa) cuando ellos duermen y te levantas varias veces en la madrugada, porque lloran, porque hace frío y debes taparlos, etc.

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#2 Ver una película de principio a fin

Que no sea de temas infantiles y sin interrupciones. A menos que dejes encargados a tus hijos y te escapes al cine, ver una película en casa es casi imposible, ya que la mención de la palabra “mamá” es interminable. 

#3 Tener mi casa limpia y ordenada

Nunca he sido la reina de la limpieza, pero con los niños no existe lugar donde no te tropieces con un carrito, una muñeca o los trastecitos del juego de té. Y aparte de esto, mis cosas más importantes se pierden y aparecen en los lugares menos pensados. Por ejemplo, las llaves del coche en el inodoro, mis aretes favoritos abajo del colchón o mi lápiz labial en algún lado del cuarto de los niños (y eso lo deduces porque está pintada la pared).

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#4 Enfermarme

Sí, aunque suene extraño, quisiera quedarme en mi cama, hacerme un té, prender la tele, dormir una siesta y tomar mis medicinas. Cuando eres madre enfermarte no es una opción y si te pasa, tienes tantas ocupaciones y actividades que se te olvida la gripa. 

#5 Tomar un baño, sola, sin prisas y relajarme

Aunque es divertido bañar a los niños, es uno de los trabajos maternos más cansados, sobre todo mientras están pequeños. Y si se bañan contigo, algo tan sencillo como lavarte el pelo es una misión imposible porque estás cuidando que no se coman el jabón.

Y tú, ¿qué extrañas de tu vida sin hijos? ¡Bienvenida al club!