3 automasajes para aliviar las molestias comunes en el embarazo

En cuanto te quedas embarazada te prohíben casi la totalidad de los medicamentos como una medida para proteger la salud del bebé. Incluso la medicación para aliviar el dolor de cabeza y los síntomas de resfrío queda totalmente prohibida. Pero, ¿qué hacer cuando tienes molestias comunes y no puedes tomar ningún medicamento? 

Los automasajes son bastantes eficaces para aliviar las molestias comunes en el embarazo. ¿Quieres conocer algunos tipos de automasajes? Presta atención a lo que sigue.

#1 Contra la temida congestión nasal

La congestión cuando llega se queda como invitada no deseada durante bastante tiempo. Para aliviar la molestia que causa, aplica la siguiente técnica de automasaje.

Cuando tengas congestión nasal un truco eficaz es colocar los dedos índices en la punta de la nariz y masajear con movimientos circulares que vayan hasta el lagrimal del ojo y volver a bajar con los mismos movimientos hasta las aletas de la nariz. Después desplaza los dedos hasta las orejas y sigue masajeando y haciendo círculos hasta la barbilla por los lados de la cara. 

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#2 Di NO a los dolores de cabeza

Algo que padecí bastante durante mi embarazo fueron dolores de cabeza. Al no poder tomar ninguna medicación necesitaba estar en una habitación con luz tenue y cerrar los ojos hasta que el dolor pasara, pero no siempre resultaba. Una solución que encontré fue practicar un automasaje, te la comparto a continuación.

Para aliviar el dolor que se acumula en los párpados tendrás que deslizar poco a poco tus pulgares por la cuenca superior de los ojos (primero uno y luego otro o los dos al mismo tiempo) desde el lagrimal hasta el rabillo del ojo. Después deberás repetir este movimiento dos o tres veces más. 

También sienta muy bien extender las palmas de la mano sobre la frente y abrirlas poco a poco hasta llegar a las sienes, cuando llegues allí haz círculos con los dedos índice y corazón. ¡Notarás la mejora! 

#3 Espalda sin tensiones

Un malestar frecuente en mi embarazo era la tensión acumulada en la espada, necesitaba sentarme siempre donde podía. ¿A ti también te pasa? Lo único que realmente me servía era tumbarme en la cama y flexionar las piernas subiéndolas hacia el pecho y sujetando el muslo, aguantaba diez segundos y soltaba.

Pero a medida que el embarazo iba avanzando era difícil realizar este ejercicio así que hacia lo mismo pero con las piernas algo abiertas. ¡Espero que te sirva a ti también! 

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Recuerda nunca medicarte mientras estés embarazada ni durante el período de lactancia. Si no encuentras alivio a tu malestar, consulta con tu médico de confianza, sólo él podrá evaluar si el alivio que te proporcionará la medicación justifica el tomarla.