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Una noche con los devotos del 'santo de las causas difíciles'

Muchos de los fieles de San Judas Tadeo provienen de los barrios bajos de la Ciudad de México o estados vecinos, cuyo horizonte cotidiano arroja historias de dolor y miseria al borde del abismo.

Afuera de la iglesia de San Hipólito el viento frío de la noche envuelve a todas estas personas que en empujados por la fe o por algo las razones que no alcanzan a explicar vienen a pedir o agradecer algún milagro concedido a su santo Judas Tadeo.

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Los devotos en mayoría llegan desde los barrios bajos de la Ciudad de México o estados vecinos, cuyo horizonte cotidiano arroja historias de dolor y miseria al borde del abismo.

A su arribo encienden pirotécnia que estalla en el cielo y que retumba a lo lejos.

El festejo de San Judas Tadeo en México es distinto al de la virgen de Guadalupe, que es televisado a nivel nacional y artistas afamados cantan. Aquí no hay shows con Yuri, Lucero o con Pedrito Fernández interpretando 'Las mañanitas'.

Frente a la iglesia que guarda al santo de las 'causas difíciles' algunas personas en sillas de ruedas o niños que necesitan una mascarilla de oxigeno para seguir viviendo esperan entrar a misa y orar por su sanación.

Karime Martínez, una señora del municipio mexiquense de Ixtapaluca vestida con un traje blanco y verde está aquí porque quiere que su nieto nazca bien, para ello y como una especie de manda regala bolsas de dulces a los niños que pasan.

"Vine a pedirle a 'San Juditas' que mi nieto nazca bien porque cuando mi hija cumplió cinco meses de embarazo se les estaba viniendo (nacimiento prematuro), por eso venimos con devoción y con amor", dice Martínez, quien agrega que regala dulces porque "es una ofrenda a los niños que están sanos".

Hoy por la "derecha"

A unos minutos de la medianoche en las calles del corazón de la Ciudad de México, 'La rata', 'La ratona' -como se le conoce al hampa- promete que "hoy no se hacen fechorías" por respeto a San Judas.

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Javier Velasco, un joven que inhala solvente y quien dice de broma ser gerente de un antro explica que "uno se tiene que ir por la derecha", por eso a su santo de cerámica lo carga de ese lado del cuerpo.

"La rata está pesada porque la calle está culera (fea, cruel). Yo era niño fresa pero me volví un hijo de puta, porque así es la vida... tus papás te dan todo, pero te aburres, carnal", expresa el joven de 23 años.

Alonso Romero también se encuentra 'ahogado' en solvente y a su San Judas -que no tiene cabeza- también lo carga con la mano derecha. Asegura que en esta fecha no se hacen fechorías, a pesar de su hambre, su falta de dinero y que su casa se encuentra en Hidalgo.

Muchos de estos jóvenes se niegan a ser fotografiados o entrevistados, unos dicen de broma o de verdad que los busca la 'tira' y hasta la Interpol y la DEA.

De acuerdo con las estadísticas oficiales algunos crímenes en la ciudad bajan en estas fechas, pero la disminución según Santiago Roel-Rodriguez, creador de Semáforo Delictivo, no tiene que ver con un factor religioso, sino con un ciclo hormonal.

"Hay ciertos delitos (lesiones, violación, violencia familiar) que tienen un ciclo en el año. Suben en primavera, se mantienen en verano y bajan por estas fechas. Es un ciclo natural relacionado con las hormonas, y esto lo hemos investigado desde hace años. No vemos cambios por un factor religioso, porque la delincuencia organizada tiene sus propios intereses y ciclos; para robo de auto cualquier días es bueno; para homicidio no hay un ciclo semanal o estatal, sobre todo cuando está relacionado con el crimen organizado; no hay una disminución de homicidios por estas fechas; roo de casa y robo a negocio tiene que ver más con oportunidades y con circunstancias, como el fin de semana o incluso con alcohol, droga y futbol", refiere Santiago Roel en entrevista con Univision Noticias.

-Fotografías cortesía de Francisco Cañedo.