Los mejores vestidos de bodas reales de todos los tiempos

Desde la boda de la reina Isabel hasta Meghan Markle, los vestidos de estas novias han dejado una huella en la historia: ya sea por su belleza, su complicado diseño o su costo incalculable.

Por:Univision

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1937 - Wallis Simpson y Eduardo VIII, duque de Windsor
Tras la abdicación del rey, la novia eligió para la polémica boda ante 16 invitados un diseño de Mainchover en crepé azul fruncido al frente, cuello alto y cintura entallada. En la sortija iba engarzada la renuncia al trono de su marido.

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1947 - Princesa Isabel de Inglaterra y Felipe de Edimburgo
En la primera boda real tras la II Guerra Mundial, la novia eligió un vestido en seda y satén marfil de Norman Hartnell. Inspirado en Boticelli, la prenda bordada con miles de perlas e hilos de plata fue pagada con cupones de racionamiento.

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1949 - Rita Hayworth y príncipe Alí Khan
Vestida en Dior y con una imponente pamela, la diva del cine de origen humilde tuvo una extravagante boda en la Riviera francesa sobre un manto de rosas y junto a una piscina llena con mil litros de su colonia favorita.

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1951 - Soraya Esfandiary y sha Reza Pahlavi de Irán
La última emperatriz de Irán se casó con un vestido de lamé plateado de Christian Dior que pesaba 30 kilos, adornado con 6.000 diamantes y 20.000 plumas de marabú. Siete años después fue repudiada por su marido por infertilidad.

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1953 - Jacqueline Bouvier y John F. Kennedy
Aún sin tratarse de una boda real, la unión fue una de las de mayor perfil del siglo. Por imposición familiar, la novia usó un intrincado vestido de seda marfil de Ann Lowe con un corpiño drapeado, falda con rosetones y velo de encaje.

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1956 - Grace Kelly y príncipe Rainiero de Mónaco
Un auténtico cuento de hadas: la actriz usó una pieza regalo de la productora MGM. El vestido que todas quieren estaba hecho pieza por pieza en encaje de Bruselas de más de un siglo de antigüedad con manga larga, cuello alto y falda en seda y tul.

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1960 - Princesa Margarita de Inglaterra y Anthony Armstrong-Jones
Tras una escandalosa vida amorosa, la novia se casó con un sofisticado vestido blanco en organza de seda de Norman Hartnell con manga larga, cuello en V y falda amplia. Accesorio: la tiara de diamantes Poltimore.

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1960 - Fabiola y rey Balduino de Bélgica
Superada su historia de amor secreta, la aristócrata española eligió un vestido en tul y seda blanca de mangas 3/4 y escote alto ribeteado en piel de armiño, creado a mano por el legendario modisto Cristóbal Balenciaga.

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1964 - Princesa Ana María de Dinamarca y Constantino de Grecia
Para su boda en Atenas, esta jovencísima princesa eligió un vestido perfectamente atemporal del diseñador danés Jørgen Bender con corte imperio, mangas 3/4 y una tiara de Cartier.

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1966 - Princesa Beatriz de Holanda y Claus von Amsberg
Para la boda celebrada en medio de protestas, la novia usó un vestido de cuello redondo de Caroline Bergé-Farwick de Maison Linette en seda y satén. La falda y la cola del vestido llevaban bordado el diseño de su tiara.

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1968 - Sonia Haraldsen y principe Harald V de Noruega
A pesar del romance prohibido por la familia de él, la historia culminó en boda en la que la novia usó un elegante vestido diseñado por ella misma de corte arquitectónico en seda blanca, con perlas en los puños y escote.

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1976 - Silvia Sommerlath y rey Carlos Gustavo de Suecia
Para casarse, la hasta entonces azafata latina eligió un vestido minimalista de seda marfil y manga larga de Dior. El velo estaba sostenido por una impresionante tiara de camafeos, regalo del emperador Napoleón a Josefina en el siglo XIX.

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1978 - Reina Noor y rey Hussein de Jordania
La estadounidense Lisa Halaby, arquitecta de la Universidad de Princeton, eligió a Marc Bohan de Dior como diseñador de su vestido de seda calada blanca y mangas francesas para convertirse en la reina Noor.

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1978 - Princesa Carolina de Mónaco y Philippe Junot
A diferencia de su madre, Carolina eligió un sencillo vestido boho en tul transparente, cuello redondo y mangas acampanadas que remató con un original tocado de flores (en época de Star Wars).

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1981 - Diana Spencer y Carlos de Gales
El voluminoso vestido Emanuel de tafetán en seda marfil bordado a mano con encaje, lazos, lentejuelas, 10.000 perlas y la cola más larga de las bodas reales fue la elección perfecta para la boda vista por millones de personas.

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1993 - Masako Owada y príncipe Naruhito de Japón
Tras usar un tradicional kimono de más de 14 kilos para la ceremonia sagrada y privada, la nueva princesa cambió por un vestido occidental blanco con volantes en el escote, guantes largos y diadema de diamantes.

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1993 - Rania y rey Abdalá de Jordania
Con solo 22 años, Rania eligió al diseñador inglés Bruce Oldfield para su vestido de chaqueta con solapa y mangas cortas bordadas en oro y cerrada con cinturón sobre una voluminosa falda. El pelo altísimo y sin tiara.

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1995 - Marie Chantal Miller y Pablo de Grecia
Destacando por su fastuosidad, la jetset estadounidense eligió un espléndido (y costosísimo) diseño Valentino que necesitó cuatro meses, doce tipos de encaje y 25 personas para su elaboración.

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2001 - Mette-Marit Tjessem y el principe Haakon de Noruega
Una Cenicienta moderna: ella madre soltera y mesera conoció al príncipe en su juventud. Para la boda eligió un vestido de tul y crepé de seda con mangas largas y cuello recto de Ove Harder.

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2002 - Máxima Zorreguieta y Guillermo Alejandro de Holanda
Para su conmovedora boda, la argentina eligió un elegante diseño marfil de cuerpo liso con insertos de encaje, manga francesa y cuello redondeado de Valentino. Remató con una maravillosa tiara de estrellas y diamantes.

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2004 - Letizia Ortiz y Felipe, príncipe de Asturias
La periodista usó un vestido de seda de línea princesa con corte continuado de hombros al suelo, bordados heráldicos en oro y un rígido cuello corola del talento español Manuel Pertegaz. El velo fue un regalo personal del novio.

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2005 - Camilla Parker Bowles y Carlos de Gales
En esta boda ‘sin beso’, la novia evitó el blanco. Sobre un vestido celeste, llevó un abrigo en brocado adamascado de Robinson Valentine. En lugar de corona, portó un llamativo tocado de plumas de oro de Philip Treacy.

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2005 - Princesa Nori de Japón y Yoshiki Kuroda
La única hija del emperador Akihito renunció a la monarquía más antigua del mundo para casarse con un empleado de gobierno. Para la boda usó un vestido minimalista línea A con guantes de satin y collar de perlas.

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2010 - Princesa Victoria de Suecia y Daniel Westling
En la amorosa boda con su entrenador personal, la heredera al trono lució un vestido de satén crema sin hombros y fajín en la cintura de Pär Engsheden. El toque: la impresionante tiara de camafeos, herencia familiar.

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2011- Kate Middleton y príncipe William, duque de Cambridge
Para la boda más esperada del siglo XXI, la novia eligió un vestido de satén, organza y tul de seda blanco, de manga larga, ajustado en la cintura de Alexander McQueen. Remató con la tiara 'halo' de Cartier de su suegra.

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2011 - Charlene Wittstock y Alberto II de Mónaco
Ante el riesgo de quedar opacada por la boda de Kate, la novia acertó con el diseño de Armani Privé confeccionado con 80 metros de organza de seda, 40.000 cristales de Swarovski y 20.000 lágrimas de madreperla en 2.500 horas.

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2013 - Princesa Madeleine de Suecia y Christopher O’Neil
La hija menor de los reyes de Suecia usó un vestido con escote de ojal en organza y encaje Chantilly firmado Valentino para casarse con el financiero Christopher O’Neill.

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2014 - Princesa Maria Theresia von Thurn und Taxis y Hugo Wilson
Rompiendo con la tradición y para casarse con un artista, la princesa perteneciente a la aristocracia alemana eligió un arriesgado vestido con cuello abierto color crema decorado con rosas doradas pintadas a mano.

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2015 - Beatrice Borromeo y Pierre Casiraghi
Para la recepción posterior a la boda religiosa, la acaudalada italiana usó un vaporoso vestido de estilo griego, ajustado en la cintura y con escote en V, confeccionado en tul de seda en color marfil.

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2017 - Pippa Middleton y James Matthews
A pesar de no pertenecer a la realeza, la boda de la hermana de Kate llamó poderosamente la atención. La novia eligió un vestido estructurado de encaje bordado sobre organza del inglés Giles Deacon con cuello alto, mangas casquillo y velo a la medida.

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2018 - Meghan Markle y el príncipe Harry
Quizá porque la actriz Meghan Markle no pertenecía a la realeza o porque Harry era el gran último soltero codiciado, la boda (y el vestido) fueron todo un evento mediático. Ella eligió un sencillo vestido en seda lisa de cuello barco, manga 3/4 y larga cola de Givenchy a cargo de la diseñadora británica Clare Waight Keller.

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