Cuando somos jóvenes creemos que el tiempo nunca pasará, que somos, en definitiva, inmortales. Es por eso que vivimos nuestros días como si fueran una aventura y todo lo que no pasa lo sufrimos al extremo. Pero poco a poco el tiempo comienza a hacer mella en nosotros y comenzamos a crecer. Entramos en la vida adulta, las responsabilidades se apoderan de nosotros y de pronto, lo que en un momento pareció fundamental ahora es insignificante.
¡Tu amiga te dice que será mamá! y tú no puedes evitar pensar todo esto

También cambian nuestras amistades, aquellos amigos con lo que fuimos inseparables desaparecen y esos otros que no lo parecían en absoluto se convierten en una parte importante de nuestra historia. Es así que comenzamos a compartir con ellos muchos momentos, las graduaciones, los nuevos empleos, las mudanzas, los romances y ¡los embarazos!
Una clara muestra de que el tiempo ha pasado, es cuando te sientas con una amiga a tomar una copa y ella te dice que no puede beber. En ese preciso momento te quedas en shock, la miras, ella sonríe y se emociona; y tú comienzas a pensar…
1. ¿Cuándo pasó todo esto?

Sabes que ambas han crecido, pero hasta ese momento no habías notado cuánto lo habían hecho. Prácticamente te replanteas tu vida y sientes que hay algunos momentos que no has disfrutado del todo.
2. ¿Envejecimos?
Si bien te sientes muy cómoda con tu edad, el hecho de que una de tus amigas te diga que será mamá te hace sentir que tu vida está entrando en una nueva etapa. Ser madre es... demasiado, una nueva vida dependerá enteramente de tu amiga y bueno, básicamente sientes que has entrado en el team madres.
3. ¿No más noches de juerga?

¿Esto quiere decir que se acabaron las noches de parranda tragos y diversión? ¿Ahora estaremos entre consejos para bebés y pañales? Lo siento, no puedo evitar entrar en pánico solo con la idea… ¿Qué será de nuestra vida ahora?
4. ¿Estás segura que realmente quieres hacer esto?
Unos pocos cálculos matemáticos son suficientes para darse cuenta que tener un hijo es una inversión muy poco rentable. Son seres que llegan a tu vida muy pronto y que demoran al menos 18 años para irse de ella, y a decir verdad, nunca se van del todo.
Pañales, juguetes, ropa, educación, paseos, comida…. ¡Uff! Es una tremenda responsabilidad.
5. ¿Qué clase de tía seré?

Entre todos los pensamientos locos que se te cruzan por la cabeza te imaginas siendo tía… ¡No sé nada sobre bebés! ¿Cómo le cambiaré los pañales? ¿Llorará mucho a mi lado? ¿Seré su tía favorita?
6. Serás una grandiosa madre
Cuando mi amiga me dijo que estaba embarazada la miré a los ojos y me di cuenta al instante. Su deseo de ser madre se notaba en su mirada y la ilusión que le hacía entrar a este nuevo mundo era enorme. Noté que mi amiga sería una madre ejemplar, de esas que todos admiran y que sus hijos aman.
7. Tu familia será hermosa

En el momento de la noticia nunca olvidamos al padre de la criatura y de solo imaginarlos juntos el corazón se infla en el pecho. Tendrán sin duda una hermosa familia que cuidar, proteger y enorgullecerse.
8. ¡Estamos listas, lo haremos juntas!
Ok, no solo se embarazó tu amiga, en el instante que te dio la noticia te hizo partícipe, así que ¡nos embarazamos! Disfrutaremos juntas cada etapa, cada cambio del cuerpo, cada momento de aquí a la eternidad.
¡Gracias amiga por hacerme la tía más feliz de este mundo, felicidades!
¿Y tú qué pensaste cuando tu amiga te dijo que sería mamá?
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