Es un hecho que trotar es uno de los deportes favoritos de muchas personas y que se practica no sólo en los Estados Unidos sino alrededor del mundo. Las mujeres somos parte de este fenómeno ya que es una actividad que te mantiene en forma tanto por dentro, como por fuera.
Trotar adentro o afuera: ¿Cuál es la mejor opción para ti?

Ahora, que sea popular y sencillo de realizar no quiere decir que sea seguro. Muchas personas, sobre todo si presentan sobrepeso, pueden lesionarse fácilmente con esta actividad. Esta actividad puede representar un alto impacto en tus articulaciones (rodillas, caderas, tobillos) si se hace de forma inadecuada o la preparación física necesaria.
Por esta razón muchas personas prefieren la opción de hacer este deporte bajo techo y les parece más seguro.
Con el uso de las caminadoras o treadmills de los gimnasios puedes controlar de mejor manera el impacto de tu pie en el suelo, sufres menos peligros de superficies irregulares y pocos riesgos de caída. Sin embargo, tal vez no le estás sacando el 100% a tu experiencia de running.
Si estás en duda por qué tipo de experiencia de trote debes elegir, aquí te contamos las ventajas y desventajas de practicar esta disciplina en un gimnasio o pateando el asfalto.

Las caminadoras o treadmills han evolucionado mucho y las actuales tienen la ventaja de poder absorber mejor el golpe a las articulaciones que aquellas que se usaban en los gimnasios en décadas anteriores o salir a correr a la calle. Actualmente las caminadoras vienen con todo lo necesario para que tu experiencia de trote sea tan exigente como salir a la calle pero sin sufrir el impacto. Su ventaja reside en que puedes acondicionar el entrenamiento a tu cuerpo, tamaño, peso, nivel de experiencia y pisada.
Estos ajustes son fáciles de hacer y te aseguran una experiencia diseñada para ti.

Sin embargo, una de las ventajas de correr al aire libre está en la variedad de superficies, que ofrece infinidad de opciones. En cualquier ciudad te puedes encontrar desde aceras, senderos pavimentados, parques con pistas para el trote o áreas verdes donde realizar tu ejercicio. Todos estos factores traen como resultado una mayor estimulación de los sentidos y además menos riesgo de uso excesivo por la falta de cambio- que es una de las lesiones comunes de quienes corren sobre la misma superficie -así sea la cinta- por mucho tiempo.

Dicho esto, correr en la cinta del gimnasios previene las dificultades por las inclemencias del clima, lo que te permite practicar tu deporte todo el año. Si eres una corredora de corazón, sabes que temperaturas extremas, como inviernos sumamente fríos o veranos excesivamente calurosos, pueden incidir en tu rendimiento y más de una vez te tocará cambiar o suspender el entrenamiento. En cambio en los gimnasios - con temperaturas reguladas y sin sol, lluvia ni nieve que te estorbe- puedes correr tranquila los 365 días del año.
Ver también: Mitos y realidades sonbre el running

Pero a nivel de diversión, para muchos correr fuera no tiene competencia. Correr en un gimnasio, viendo lo mismo todo el tiempo, puede aburrir hasta al más motivado y desanimarte en tu meta. Si bien estar fuera te hace mantener tus sentidos alerta, esta misma estimulación es la que evita que te aburras en tu entrenamiento. Tienes que estar pendiente de tu cuerpo y cómo responde a diversos estímulos. Esto hace cualquier entrenamiento más emocionante.
Como puedes ver, ambos ejercicios tienen sus ventajas y desventajas y está en ti escoger cuáles son mejores para tu nivel de motivación, capacidad física y ganas de dejarlo todo corriendo y sudando.







