La enfermedad de la mañana es común en mujeres embarazadas, y consiste en un molesto malestar estomacal al levantarse –náuseas, vómitos, sensación de malestar ante comidas u olores–. Si este es tu caso, no desesperes, ya que hay tratamientos naturales para la enfermedad de la mañana a los que puedes acudir cuando los necesites.
Tratamientos naturales para la enfermedad de la mañana

Remedios naturales para la enfermedad de la mañana
Primero que nada, debemos evitar todos aquellos olores que nos desagraden. Podemos oler tomillo, lavanda o limón cuando un olor nos cause malestar, ya que nos relajarán y calmarán las náuseas.
Así también, necesitamos tomarnos las cosas con calma: los movimientos bruscos pueden hacernos sentir peor. Hacer ejercicio puede ayudarnos a aliviar los síntomas, aunque debe realizarse con moderación y con el aval de un médico.
La acupuntura proporcionará alivio, ya que la medicina china considera que las náuseas se deben a un desequilibrio de la energía del cuerpo. Es decir, durante la enfermedad de la mañana, la energía no fluye en la dirección correcta y causa estragos en el estómago. Por otra parte están las muñequeras de acupresión, que ejercen presión sobre el punto pericardio 6, que elimina mareos y náuseas. Incluso podemos seguir terapias adicionales como aromaterapia, reflexología o hipnoterapia.
Para no arruinar nuestra dentadura con el continuo contacto con el ácido estomacal, después de vomitar deberíamos lavarnos los dientes o al menos enjuagar bien la boca.
Las semillas de hinojo contienen componentes anestésicos que calman las náuseas. Podemos prepararlas a modo de té machacándolas y agregándoles agua hirviendo. Por su parte, los compuestos del jengibre relajan el tracto intestinal y alivia las náuseas, sin embargo, el jengibre suele estar desaconsejado en embarazadas.
Aunque te parezca increíble, esta vieja receta natural ayuda a aliviar los síntomas de la enfermedad de la mañana: en agua potable, mezclaremos una taza de vinagre de manzana y una taza de miel, y lo beberemos en ayunas.
Cambios en la alimentación
Debemos considerar comenzar a hacer pequeñas comidas varias veces al día, ya que en ocasiones es la sensación de hambre la que da náuseas, porque los ácidos en el estómago no tienen nada que digerir y entonces suben hasta la boca.
También se tiene que evitar beber durante las comidas. Tenemos que hacerlo antes o después, a lo largo del día, pero no con las comidas. Otro punto a evitar son, lógicamente, las comidas muy picantes o especiadas.
Si nos encontramos muy mal debemos intentar consumir alimentos líquidos y blandos –jugos, sopas, purés–. Es preferible comer eso que pasarnos mucho tiempo sin comer.
Elegir carbohidratos simples como la papa nos harán una digestión más fácil y nos ayudarán a calmar los síntomas. Las galletitas saladas, el pan o el pop también son buenas apuestas, fáciles de transportar.
Los alimentos ricos en proteínas –nueces, mantequilla de maní– son otra apuesta segura. Lo mismo sucede con la hidratación: es muy importante y no tiene por qué provenir únicamente de agua, por lo que un consumo adecuado de frutas y verduras, principalmente cítricos, es fundamental durante el embarazo.
Si el malestar es grave o no se va, debemos consultar a nuestro médico. Sin embargo, en la mayoría de los casos estos tratamientos naturales para la enfermedad de la mañana son útiles.








