Sophie Turner creció y pasó de ser una niña a una adolescente y, luego, una joven, todo mientras filmaba Game Of Thrones. Al igual que su mejor amiga, Maisie Williams, Sophie atravesó muchos cambios, todo frente al set de televisión.
Sophie batalló contra la depresión mientras filmaba GoT: cómo Joe le ayudó a vencerla
Por:Univision
Sansa, su personaje, vivió momentos complejos a lo largo de estas 8 temporadas. Y Sophie, también. Con 23 años, explicó a Marie Claire que «libró una batalla que a veces sentía que era casi tan oscura como la realidad de Sansa Stark». Su salud mental se vio comprometida y, además, «mi metabolismo repentinamente decidió caer a las profundidades del océano y empecé a ser irregular y ganar peso. Todo eso me sucedió frente a la cámara». Pero no solo eso: comenzó a sentir la presión de su peso. Y necesitó ir a terapia: «Todos necesitan un terapeuta, especialmente cuando las personas te dicen constantemente que no eres lo suficientemente bueno y que no te ves lo suficientemente bien».
En entrevista con el Dr. Phil expresó que a los 17, es decir hace 5 años, comenzó a sufrir depresión y en parte fue por las críticas acerca de Sansa. «Mi mayor desafío era levantarme de la cama, salir de la casa y aprender a quererme a mí misma», agregó. «Simplemente lo creía. Sí, soy gorda. Sí, soy una mala actriz», comenzó a creer luego de las críticas.
Con la ayuda de su terapeuta comenzó a recuperar confianza. Pero, además, su esposo jugó un papel muy importante: «Ahora me amo a mí misma, o más de lo que solía amarme. Estoy con alguien que me hace dar cuenta de que sí tengo cualidades buenas. [...] Cuando alguien te dice que te ama todos los días, te hace pensar realmente que eres bueno y creo que te hace amarte un poco más. Así que sí, me amo».
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