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Se recuperó de una ruptura de cuello y venció al cáncer: Ahora irá a los JJOO de Río

La frase "no puedo" no está en su vocabulario y por eso su historia es inspiradora para nosotras... ¡Tenés que leerla!

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Jillion Potter debutó en la  selección de rugby de Estados Unidos en 2007. Ella tenía un sueño: jugar la Copa Mundial de Rugby Femenino en el 2010. Cuatro años antes, había mirado los partidos desde el banco. Esta sería su gran oportunidad, pero en un partido en Canadá, Jillion Potter se rompió el cuello. 

"Todos me dijeron que no debía jugar al rugby de vuelta. Mis padres, mis hermanos y todos lo que conocía me decían: '¿Estás segura de que querés volver a jugar?' Y yo les respondía: "Sí, quiero. Fue una casualidad y amo el deporte con todo mi corazón. No tengo miedo'. Al pricipio me sentía un poco tímida, pero después lo superás y solo jugás", contó Jillion en una entrevista con Jessica Grose, la editora del sitio de Lenny Dunham.

La recuperación fue larga pero volvió a jugar. Sin embargo, en junio de 2014, semanas antes del Mundial siguiente, Jillion se descubrió un bulto debajo de la mandibula. Tomó antibióticos pero la hinchazón seguía ahí. Tras el primer estudio, le informaron que era un tumor benigno. Entonces, viajó a Francia a jugar con la selección de Estados Unidos para finalmente cumplir su sueño.

Pero partido a partido, el tumor iba creciendo más y más. Dos días después de la Copa fue operada de urgencia en San Diego. Tenía un sarcoma, un tipo de cáncer que puede originarse en los músculos o los huesos. A ella le había atacado los tejidos blandos. No había tiempo que perder y comenzó quimioterapia inmediatamente. Pero la historia no termina ahí...

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En septiembre de 2015, con una cuota de suerte, Jillion estaba lista para volver a las canchas. Desde entonces no paró de entrenar. Se puso en forma y hoy lo sabe: irá a los  Juegos Olímpicos de Río 2016 con sus compañeras de la selección de rugby femenino de Estados Unidos.

Su historia de superación nos inspira y demuestra que el esfuerzo, la determinación y la voluntad a veces pueden vencer hasta las enfermedades más crueles y traicioneras como el cáncer. Su lucha puede convertirse en un ejemplo para muchas de nosotras. Si ella pudo, nosotras también. No te rindas ante nada, ¡no bajes los brazos! 

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