Qué hacer cuando el estrés nos sobrepasa y la meditación ya no es suficiente

Muchas veces el trabajo, los niños, la casa, el estudio... en fin: las obligaciones del día a día pueden agregarnos tanta presión que es probable que en algún momento tengamos la sensación de estar desbordados. En este sentido, la meditación sí puede ayudarnos a encontrar un espacio de serenidad como un oasis en el medio del caos.

Sin embargo, esta herramienta no siempre es suficiente. Muchos incluso no se animan o simplemente no les interesa practicarla. Pues, no te preocupes. Hoy compartimos contigo 5 consejos para volver a la calma cuando el estrés nos sobrepasa. Encuéntralos a continuación.

1. Sé consciente de tu respiración

Si bien la respiración es clave durante la meditación, lo cierto es que también constituye un factor fundamental para reencontrar la serenidad en cualquier situación. Aprender a ser más consciente de su presencia nos permite oxigenar nuestro cuerpo y calmarnos en poco tiempo sin tener que asistir a ninguna clase.

Observa la forma en que el aire ingresa y sale de tu cuerpo. Reconoce el patrón y ralentiza de a poco el ritmo. Hazlo cada vez más profundo. Comenzarás a sentirte más a gusto en calma en pocos minutos. Practícalo siempre que lo recuerdes (no solo en momentos estresantes).

2. Aprende a decir «no»

En ocasiones solemos aceptar invitaciones o pedidos por mera «obligación». Pues empieza a preguntarte más seguido si realmente quieres hacerlo. En caso de que prefieras llevar adelante una actividad diferente o quedarte en tu casa sin hacer nada, di que «no».

Esta pequeña palabra tiene el poder de envolvernos en una burbuja de satisfacción. Un regocijo que solo encontramos cuando escuchamos nuestros deseos y nos conectamos con ellos de forma auténtica.

3. Relájate

En la vida ajetreada que solemos llevar muchas veces no existe ni siquiera un hueco para concretar actividades que realmente nos place llevar adelante. Un momento de relajación no tiene que ser una clase de yoga nidra.

Intenta quizás hacer un tiempo para ti mismo en el que puedas dar un paseo si lo deseas o mirar una maratón completa de tu serie favorita. Estos espacios son fundamentales para lograr un bienestar tanto físico como emocional y para liberarnos del abrumante estrés.

4. Vuelve a ser niño

A medida que vamos creciendo, vamos en simultáneo olvidando la importancia del juego y de la diversión. Puede que incluso nos pase desapercibida la felicidad que genera reír con ganas.

Es hora entonces de que retomes ese camino de gozo tan propio de los niños ya sea con un proyecto que te entusiasme o simplemente creando dibujos. Deja volar tu imaginación y sentirás cómo se va con ella el estrés y la ansiedad.

5. Entrégate al momento presente

Solemos colocar el empleo en la cúspide de nuestras prioridades. Por supuesto, no podemos negar que tiene su importancia, pero ¿realmente es lo más importante?

Si, por ejemplo, trabajamos en casa y nuestros niños quieren jugar justo cuando estamos en la mitad de nuestra jornada laboral pues quizás sea justamente eso lo que debemos hacer: jugar. ¡Pero sin culpas! Entregarnos más a lo que nos brinda el presente y liberarnos de la culpabilidad sin dudas tendrá efectos positivos y nos ayudará a liberarnos del estrés.

Encontrar espacios para distendernos, ya sea solos o en familia, ser más conscientes de nuestra respiración y permitirnos volver a ser niños de vez en cuando son algunas de las claves para comenzar a vivir una vida sin estrés ni ansiedad. Está en nosotros permitirnos estos momentos en nuestra vida cotidiana. Esperamos que te sean de utilidad estos consejos y que te animes a ponerlos en práctica muy pronto.

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