El ajo es quizás el remedio natural más poderoso y efectivo que la naturaleza puede ofrecernos. Las propiedades medicinales del ajo han sido ampliamente demostradas científicamente y esta considerado como uno de los vegetales curativos más importantes que existen.
Propiedades medicinales del ajo

Los efectos del ajo sobre nuestro organismo son especialmente buenos para la salud cardiovascular. Esto es debido a que el consumo regular de ajo provoca vasodilatación. Las arterias, vasos sanguíneos y capilares aumentan su diámetro lo que hace que la sangre fluya más fácilmente y que disminuya la presión sanguínea.
Es una excelente herramienta de prevención contra la hipertensión y para cualquier tipo de problema de salud relacionado con la mala circulación.
Además es un buen desintoxicante, favorece la expulsión de los residuos tóxicos más difíciles de extraer que pueden llegar a permanecer en el organismo por mucho tiempo. Es purificador de la sangre y favorece la síntesis de ácidos grasos, de esta manera se logra reducir el nivel de colesterol en la sangre.
Otras propiedades medicinales del ajo son efectivas para mejorar o sanar cierto tipo de enfermedades respiratorias. Se hacen inhalaciones de ajo triturado para curar la gripe, anginas, catarros en sus etapas iniciales. De igual forma es bueno para el tratamiento de enfermedades más graves como la tos ferina, pulmonía, inflamaciones de los oídos y de los ojos.
Es expectorante, diurético, energizante y estimulante. Su alto contenido de fósforo y azufre lo transforman en un sedante nervioso natural.
También se utiliza en aplicaciones externas para picaduras de insectos, heridas, para emblandecer callosidades dolorosas, para eccemas, tiñas y verrugas. Los masajes con zumo de ajo en el cuero cabelludo sirven para prevenir la perdida del cabello y la calvicie.
Muchas personas evitan consumir ajo por el olor un tanto desagradable que produce. Pero para esto hay algunos trucos. Podemos beber zumo de limón, morder perejil, tomar una cucharada de miel o bien tomar una copa de vino o de leche para quitarnos el mal olor después de haber consumido ajo crudo.








