¿Por qué tenemos miedo de ir al dentista?

¿Tienes tanto miedo de ir al dentista, que pospones continuamente la cita? Conviene saber que esta actitud puede tener graves consecuencias para tu salud bucodental. Para superar la fobia al dentista, existen terapias comportamentales muy eficaces.

Las radiografías revelan la presencia de caries importantes. Nueve dientes del paciente reclaman un tratamiento de urgencia, y tres de ellos será prácticamente imposible salvarlos. ¿Un caso extremo? No, más bien un caso típico del estado dental de los participantes en un estudio que se publicó en 2011.

Los 70 casos preocupantes, por razón de su salud dental, no habían ido a un dentista desde hace casi 10 años. El solo hecho de pensar en ello provocaba en ellos un malestar profundo, una aceleración del ritmo cardíaco y sudores fríos.

Una de cada 10 personas tiene fobia al dentista

A nadie le gusta estar tumbado sobre el sillón del dentista con la boca abierta, y dejarse desvitalizar o arrancar un diente. Sin embargo, la mayoría de las personas se someten con frecuencia a este tipo de procedimientos. Pero, según un estudio realizado en 2006, más de una de cada diez personas evitaría ir al dentista por razón del miedo.

Un estudio realizado en cerca de 1000 ciudadanos británicos en 2009 dio el mismo resultado. El equipo del psicólogo Gerry Humphris, de la Universidad de St Andrews, demostró que las mujeres son más numerosas que los hombres en sufrir esta fobia al dentista, y esto concierne especialmente a las más jóvenes. Las personas de menos de 40 años lo sufren cuatro veces más que las personas mayores de 60 años.

Vergüenza a mostrar los dientes

Según otro estudio de G. Humphris y de sus colegas, publicado en 2011, los sentimientos negativos no se limitan al miedo a la fresa o a la jeringa. Durante el tratamiento, los pacientes no se sienten a gusto, y tienen vergüenza de sus dientes. Las personas que sufren esta fobia suelen ser conscientes de que sus miedos son exagerados y que la mayoría de la gente acude al dentista sin sufrirlo excesivamente.

Por culpa de su fobia, se llenan de caries y de sarro, de mal aliento y de los inconvenientes que esto provoca en su vida profesional y privada. Otras personas afectadas sufren otros desarreglos mentales que suelen ser consecuencia de la fobia al dentista. Algunas intentan sonreír cada vez menos por culpa del mal estado de sus dientes, o evitan el contacto social. Este comportamiento puede conducir a la soledad o a una fobia social.

Y tú, ¿eres de las que tiene fobia a ir al dentista? ¿O, sin embargo, no tienes problema alguno? ¿Te da miedo visitar algún médico?

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