Plantas digestivas: Perejil

El perejil, con larga trayectoria en fitoterapia, remonta sus aplicaciones a la civilización romana, donde las mujeres la utilizaban como tratamiento de belleza y socialmente simbolizaba gloria. A partir de allí, las aplicaciones del perejil fueron haciéndose más y más comunes.

Son varias las propiedades del perejil. Entre ellas encontramos la prevención de enfermedades cardíacas, su potencial para prevenir el agotamiento físico y su aplicación en dismenorreas (menstruaciones irregulares o dolorosas), para lo que se recomiendan sus frutos.

Pero enfoquémonos a las propiedades digestivas del perejil. Éstas se enfocan en su accionar diurético derivado de sus flavonoides, además de sus propiedades vasodilatadoras. Además, el perejil es un gran nutriente de origen natural. Éste posee viaminas A, C, G y E, además de minerales como fósforo, hierro, calcio y azufre.

Su ingesta a modo de condimento en las comidas es una buena manera de aprovechar sus propiedades, aunque también puedes consumirlo en infusión. Para ello debes colocar 30 gramos de hojas en un litro, o 15 gramos de raíces troceadas o sino 5 gramos de frutos en la misma cantidad de agua. Hierve y toma una taza antes de cada comida.