Las hormonas que contienen las pastillas anticonceptivas podrían estar alterando la forma de tu cerebro. Se cree que esta podría ser la causa de los cambios de humor asociados al consumo de la píldora, si bien se requieren más estudios a este respecto.
La pastilla anticonceptiva podría modificar el cerebro: conoce los detalles

La forma del cerebro
En 2010, un estudio de la Universidad Paris Lodron de Salzburgo detectó cambios físicos en el cerebro de las mujeres que tomaban píldoras anticonceptivas. En resumen, se encontró que las áreas relacionadas al aprendizaje, la memoria y el control de las emociones se volvían un poco más gruesas en comparación con las mujeres que no tomaban la pastilla o los hombres.
Por otro lado, un estudio hecho en 2015 también encontró cambios físicos cerebrales, aunque con el efecto contrario: la corteza orbitofrontal lateral y la corteza cingulada posterior eran más delgadas en las mujeres que tomaban la pastilla. Estas áreas también están asociadas al control de las emociones y la toma de decisiones.

Los cambios de humor
Si bien los dos estudios mencionados se contradicen, tienen un punto en común: en ambos casos, se descubrió que la píldora anticonceptiva afecta físicamente zonas relacionadas al control de las emociones. ¿Esta podría ser la explicación a los cambios de humor que muchas mujeres experimentan al tomar la pastilla?
Como le indicó Nicole Petersen, autora del estudio de 2015, a The Huffington Post, «algunas mujeres experimentan efectos secundarios emocionales negativos al tomar píldoras anticonceptivas orales». Para la autora, es posible que los cambios físicos «estén relacionados con los cambios emocionales que experimentan algunas mujeres cuando usan la píldora».

Por otro lado, el neurocientífico Craig Kinsley, de la Universidad de Richmond, en Virginia, Estados Unidos, señaló en la revista Scientific American que deben tenerse en cuenta muchos otros detalles. Por ejemplo, no todos los anticonceptivos hormonales utilizan las mismas hormonas. Además, ¿los cambios son permanentes o temporales?
Kinsley también señala que, si bien los cambios físicos en el cerebro son notorios, no se hicieron pruebas conductuales o cognitivas en las voluntarias. Por esa razón, no se puede saber si en verdad los cambios físicos alteraron la actitud, la personalidad o la forma de ser de quienes tomaban las pastillas.

Sea como sea, «la posibilidad de que una forma aceptada de anticoncepción química tenga la capacidad de alterar la estructura del cerebro es motivo de preocupación», afirma el neurocientífico. «En cualquier caso, las mujeres necesitan tener toda la información médica y neurobiológica para informarse bien al tomar sus decisiones anticonceptivas personales».
En todo caso, se necesita hacer más estudios. Como indica Kinsley, todos conocemos bien los beneficios de la pastilla anticonceptiva. Sin embargo, los costos y consecuencias recién están saliendo a la luz.








