Mucho se dice hoy día sobre la meditación. Esta práctica milenaria está en boca de todos, y podríamos afirmar que está «de moda». La ciencia ha comprobado que reduce los niveles de estrés y ansiedad, mejora la concentración, nos libera de toxinas e incluso nos ayuda a manejar mejor nuestros tiempos.
¿La meditación no funciona para ti? ¡Prueba esto!

Sin embargo, no todos sienten que la meditación sea una vía que se ajuste a su medida. Aunque parezca contradictorio, no lo es: esta sensación es más normal y más frecuente de lo que imaginas. Si piensas que la meditación no es para ti, no te preocupes. Hoy te contamos 3 tips para que te animes a darle una vuelta de tuerca a tu práctica meditativa. Descúbrelos a continuación.
1. Los grupos son una alternativa

De seguro tienes experiencia con grupos de fitness o de algún deporte. Entonces, ¿por qué no probar con un grupo de meditación? A veces pensamos que la meditación no es para nosotros simplemente porque precisábamos algo de guía para llevarla adelante (y para no caer en el aburrimiento).
Busca algún grupo organizado para meditar y anímate a expresar las sensaciones que tienes con el resto de las personas que lo conforman. De este modo, verás que los miedos o la vergüenza que puedes haber experimentado también otros la sintieron en otros momentos y pueden ayudarte a superarlos. Así, la práctica de la meditación te resultará más accesible y amena.
- Ver también: «6 formas de desintoxicar tu cuerpo que realmente funcionan»
2. No tengas miedo de experimentar

En la actualidad se ofrece una cantidad enorme de propuestas que nos motivan a vivir un estilo de vida más calmo y sereno. Cada una de ellas promueve una filosofía particular que puede o no comprender ejercicios de meditación.
No tengas miedo de probar algunas ni tampoco de salirte de las que piensas que no resuenan contigo. Evalúa aquello que quieres encontrar en la próxima y habilita esa posibilidad. Así sea en un lugar físico o en tu propia casa, experimenta. Prueba y vuelve a probar hasta que sientas en tu interior que has dado con aquello que realmente te llena.
3. No hace falta dedicarle largas horas

Si bien es cierto que los beneficios de la meditación se expanden cuanto mayor es el tiempo que le dedicas, no tienes por qué exigirte demasiado en este aspecto.
Meditar unos pocos minutos ya hace una diferencia en nuestro estado de ánimo y en nuestra forma de ver y comunicarnos con el mundo. Para ello, tampoco tienes que sentarte en postura de loto en un sitio especial. Basta con que encuentres algún lugar tranquilo donde sea que te encuentres y que dediques una pequeña porción de tiempo a realizar algunos ejercicios de respiración.
No existe una única manera de meditar. Tampoco existe una forma «correcta» de hacerlo. Si sueltas ese miedo de «hacerlo mal», verás que poco a poco vas a ir encontrando la manera que mejor se adecúe a tu estilo y a tu modo de vida. Esperamos que tengas en cuenta estos consejos , que te animes a experimentar otro acercamiento a la meditación y disfrutes pronto de todas sus bondades.
- Seguro te interesa: «5 formas en las que meditar puede ayudarte a manejar mejor tus tiempos»









