La bronquitis aguda infecciosa da dolor de garganta, una tos molesta, fiebre, dolor muscular y dolor de cabeza. Sinónimo de inflamación de los bronquios, esta enfermedad es, sin embargo, banal y perfectamente benigna. Inútil pues asustarse: una simple vigilancia basta generalmente para que desaparezca en pocos días.
La bronquitis aguda infecciosa

Estas inflamaciones de los bronquios suelen ser el resultado de infecciones virales o bacterianas. Fiebre y tos caracterizan las bronquitis agudas, mientras que las toses persistente y productivas son el signo de bronquitis crónicas.
¿Cómo reconocer una bronquitis?
Esta enfermedad llega generalmente en primavera o en otoño, por golpes de epidemia. La bronquitis aguda se caracteriza por una fiebre generalmente poco alta y variable a lo largo del día, dolores musculares, y malestar general. Se constata igualmente una sensación de ardor en el pecho a nivel del esternón, y una tos molesta.

Antes de la bronquitis, una pequeña rinofaringitis o un simple resfriado pueden haber estado molestando, por eso la infección se manifiesta en los bronquios. En un segundo tiempo, la tos seca se vuelve grasa y el resto de síntomas desaparecen.
Para diagnosticar la bronquitis es necesario un examen clínico completo y una auscultación por parte del médico. No olvidemos que una bronquitis es una enfermedad que no reporta mayor gravedad. Sin embargo, puede ser severa en personas asmáticas, con un aumento de los síntomas y más riesgos de sobreinfección bacteriana.
¿Bronquitis bacteriana o vírica?
Generalmente, vírica, la bronquitis no se cura con antibióticos. La tos del principio es seca y se complica más adelante con toses grasas. En principio, tiene que desaparecer en un período de entre 5 y 10 días. Pero si en un segundo tiempo, las bacterias entran en juego (fiebre persistente y cansancio), una revaluación puede conducir a la receta de antibióticos, pero en ningún caso se trata de una obligación ni de un acto sistemático.

Sin embargo, si el paciente es un sujeto de riesgo (asmático, gran fumador, o que padece una bronquitis crónica), es posible que el médico elija prescribirle antibióticos para evitar cualquier riesgo de sobreinfección.
Para tratar la bronquitis, el médico puede prescribir un antitusivo en forma de cápsulas o en jarabe.
Contra la fiebre, se pueden prescribir antipiréticos, como el paracetamol. Y finalmente, para el confort del paciente, los fluidificantes de los bronquios pueden se recetados para eliminar una tos grasa.
¿Has padecido de bronquitis aguda infecciosa alguna vez? Ahora que comienzan los primeros fríos en el hemisferio sur, recuerda cuidarte más que nunca las vías respiratorias.









