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Intolerancia a la glucosa

La intolerancia a la glucosa es una condición donde el azúcar que está en la sangre no se utiliza totalmente para producir energía. Es una condición previa a la diabetes, aunque no necesariamente termina en ella, pero puede tener otras consecuencias para tu salud, por lo que en VivirSalud te vamos a contar de qué se trata la intolerancia a la glucosa.

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¿Qué es la intolerancia a la glucosa?

Ya habíamos comentado en un artículo anterior de qué se trata la intolerancia a la glucosa (también llamada pre-diabetes), sus síntomas y sus repercusiones para la salud, como el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares y de que termine produciendo diabetes.

Cuando tus niveles de glucosa en la sangre están levemente aumentados sobre lo normal, constantemente, estás presentando intolerancia a la glucosa.

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¿Qué causa la intolerancia a la glucosa?

Muchas personas con diabetes tipo I o tipo II, o con diabetes gestacional, presentan los valores sanguíneos de una intolerancia a la glucosa (sobre 125 a 200mg/dl), aunque muchas personas la tienen sin una causa conocida. La importancia de reconocerla está en que para prevenir el desarrollo de una diabetes es necesario manejar la alimentación adecuadamente.

¿Qué hacer si tienes intolerancia a la glucosa?

Si tienes algunos síntomas (síntomas de pre-diabetes) como sed frecuente, frecuentes ganas de orinar, hambre excesiva, puede que estés cursando una intolerancia a la glucosa y lo primero que debes hacer es ir donde tu médico. También debes cuidar tu alimentación, teniendo cuidado de no comer alimentos con demasiada glucosa, como los que contienen almidón (panes, pastas y arroz), así como frutas, leche y algunos vegetales, ni alimentos con mucha grasa (que te pueden producir obesidad). Además, tu médico te dirá que debes hacer ejercicio físico, bajar de peso y evitar el alcohol.

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¡Cuidado con la obesidad!

Si tienes intolerancia a la glucosa el hambre constante que presentas te puede llevar a comer más y producirte obesidad, lo que dañará más tu salud. Esto se debe a que la obesidad causa r esistencia a la insulina, haciendo pasar a la intolerancia a la glucosa a una diabetes como tal, a la vez que se incrementa el riesgo de enfermedad cardíaca.

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Si tienes intolerancia a la glucosa, el que controles tu peso puede significar en gran medida que no llegues a desarrollar diabetes.

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Puede que tengas intolerancia a la glucosa, pero no tengas síntomas, por lo que sólo si te haces un chequeo médico sabrás que la posees. Si ya tienes síntomas es mejor que vayas con tu doctor y empieces a cambiar tu estilo de vida para proteger tu salud.

Si tienes los síntomas de la intolerancia a la glucosa puedes desarrollar diabetes: aprende cómo reconocer si tienes esta enfermedad y las formas de controlarla con la alimentación, haciendo click en los enlaces.