¿Estado depresivo? Se aconseja la práctica de un deporte. ¿Un brote de cólera o de ira? Se aconseja salir a correr. A cada estado de ánimo le corresponde una actividad física que ayuda a controlarlo con serenidad.
Hacer deporte para aliviar las emociones

Toda agitación del alma modifica el ritmo cardíaco, la respiración, la temperatura corporal, las secreciones hormonales, la tensión arterial, la actividad muscular y cerebral exactamente igual que el deporte. Razón por la cual, cuando la persona se ve envuelta en cierta negatividad, el ejercicio físico puede ayudar a su equilibrio natural.
Objetivo fisiológico
La actividad física consume cortisol, la hormona del estrés, evitando que no consuma a la propia persona. Así, el cuerpo produce endorfinas, hormonas del bienestar necesarias para que las reacciones negativas no monopolicen el comportamiento. También es portadora de valores propicios que se deben adoptar para un mejor estado de ánimo. Dejar pasar la energía de la emoción por el cuerpo permite dejarla expresarse sin buscar forzosamente su control.
Desarrollando cierta acuidad gestual, se abre un canal de expresión para trasformar la vida emocional. Veamos pues la emoción dominante que afecta al temperamento, ofreciendo la actividad física mejor adaptada: la que posibilita una mejor realización personal.
Conviene no olvidar el placer que produce esta puesta en movimiento: buen humor, bienestar físico, autoestima, creatividad, sociabilidad.
La tristeza
Forzarse en no estar triste es indispensable para recuperar el sabor de la alegría, pero más vale estar acompañado por alguien cercano para no sentirse demasiado desfasado en un ambiente lúdico, con el riesgo que conlleva de cansarse demasiado pronto. Un ejemplo: ir a bailar salsa.
En realidad, lo que hace falta para salir de la tristeza es acción y contacto, puesto que la depresión tiene tendencia a engendrar inmovilismo y cerrarse en uno mismo. Se trata de forzarse a entrar en el baile, y dejarse llevar por la risa comunicativa y contagiosa de la gente. Una actividad que permite aceptar la imperfección y el reparto de responsabilidades se revela beneficiosa para quien tiene tendencia a refugiarse en la depresión y despreciarse.
Los deportes adecuados
Disfrutar del sol y de la playa para improvisar partidas de voley playa en familia. Lanzarse la pelota crea cierta complicidad en el seno del equipo. Otra buena idea es saltar a la cuerda con los hijos para divertirse.
Las actividades físicas con música, como la zumba o la gimnasia sueca también son lúdicas y tónicas. Para los adeptos al jogging, a largo plazo este deporte es más eficaz que un antidepresivo, y el verano es la ocasión propicia para practicarlo al aire libre, con amigos que corran al mismo ritmo de uno.
¿Sabías que hacer deporte alivia las emociones negativas? ¿Te sientes mejor luego de hacer ejercicio? ¿Qué deporte sueles practicar?









