Lifestyle

Este pequeño cambio te hará perder peso sin que tengas que cambiar lo que comes

Elegir los alimentos que vamos a incluir en nuestro día a día puede ser todo un desafío. En general, aquellos productos que consumimos porque nos nutren no son los mismos por los que optamos cuando nos queremos dar «un gusto». Y muchas veces la línea que los divide es tan fina que tenemos dificultades para reconocer aquellos alimentos que nos han de saciar emocionalmente (pero nos hacen subir de peso) y aquellos que nos aportan todas sus propiedades nutricionales para tener energía y bienestar.

PUBLICIDAD

Pues resulta que resolver este dilema es mucho más sencillo de lo que imaginas. ¿La clave? Tomarnos la vida con más lentitud. Descubre las razones a continuación.

¿Por qué hacer todo más lento?

La velocidad es una de las características del mundo en el que vivimos. Muchas personas suelen tener a diario esa sensación incómoda de que «les falta tiempo» para hacer todo lo que les gustaría hacer. El mercado nos empuja a ser más productivos para gastar más y consumir más. En este contexto resulta cuanto menos una locura plantearnos bajar las revoluciones. Sin embargo, esta modificación puede impactar positivamente en todos los aspectos de tu vida y, por supuesto, en tu peso corporal.

Lo cierto es que cuando nos tomamos las cosas con calma cambiamos por completo las experiencias que vivimos. Esto quiere decir que si te tomas el tiempo para masticar los alimentos y reconocer cada uno de los sabores, de seguro te sentirás más a gusto con la comida y disfrutarás a pleno cada plato que comes. Además, al comer lento el cerebro recibe las señales de saciedad en el momento indicado evitando así que sigas comiendo cuando en realidad ya estás lleno.

Cómo lograrlo

# No digas que te falta tiempo

Imagen Shutterstock

No digas que no tienes tiempo para perder en disfrutar la comida. No podemos sentirnos orgullosos de pronunciar ese tipo de frases. Comer rápido no equivale a ser más productivos o mejores en nuestra tarea (en realidad, todo lo contrario). Mientras más rápido comemos, más estrés le agregamos a nuestro cuerpo y mente. Una persona sobrepasada no es exactamente el epítome de alguien productivo.

PUBLICIDAD

# Evita tomar café a diario

Imagen Shutterstock

Cuando te tomas tu tiempo para alimentarte, observas que tienes en tus manos la posibilidad de relajarte más e incluso tienes más consciencia del lugar hacia donde quieres dirigir tu energía. Entonces evita tomar un café tras otro.

Si te gusta esta bebida puedes incluirla como un postre ocasional pero no a diario. Recuerda que el exceso de café aumenta los niveles de cortisol (la hormona del estrés) y te haces más propenso a sucumbir ante los antojos dulces y al aumento de peso.

# Encuentra lugares específicos para comer (y solo comer)

Imagen iStock

No comas frente a la computadora en la oficina. Tampoco mientras miras televisión en la cama o mientras esperas a que cambie la luz en el semáforo. Para relajarte de verdad y dedicarle a la alimentación el tiempo que se merece, hace falta destinar un lugar específico para el acto de comer.

Puede ser el comedor del trabajo, una mesa y una silla en tu casa o un banco de la plaza. Esto te ayudará a enfocar toda tu atención en el momento de la comida y no en varias tareas a la vez (un hábito poco recomendable si quieres bajar de peso).

# Convierte la respiración en tu arma secreta

Imagen Shutterstock

Antes de cada comida e incluso antes de comer un snack, presta atención al ritmo de tu respiración. Para disfrutar al máximo cada alimento y no aumentar el estrés es muy importante que te tomes unos segundos antes del primer bocado para respirar y serenarte. Cada vez que sientas algún tipo de tensión mientras comes no lo dudes, detente y respira profundo.

PUBLICIDAD

# Utiliza la música como herramienta

Imagen Shutterstock

Si defines un lugar en concreto para comer, respiras de forma adecuada y además le agregas música relajante ya tienes conformado un excelente hábito para relajarte y disfrutar de los alimentos. Así que arma un playlist con canciones suaves y siente el efecto de ese sonido en todo tu cuerpo. Notarás la diferencia desde el primer día.

# Planifica tus comidas

Imagen Shutterstock

A lo largo del día tenemos numerosas responsabilidades que atender: los niños, la ropa que nos ponemos, las reuniones, las fechas, y un largo etcétera. Por esta razón es fundamental que pienses de antemano un plan para tus comidas a nivel semanal (también podría ser mensual). Esta organización te hará sentir más tranquilo porque estarás seguro de que no tendrás que tomar una decisión a las apuradas.

Tomarse las cosas con tranquilidad hace que la experiencia en torno a la comida sea mucho más sencilla y placentera. Aprender a organizarse y tomarse el tiempo necesario para la alimentación requiere de práctica y un poco de voluntad pero los resultados a nivel físico y mental son realmente extraordinarios. Vale la pena intentar.