Hay una línea muy delgada entre trabajar duro y ser un adicto al trabajo. Mientras que quienes trabajan duro se centran en dar lo mejor en una tarea particular y terminarla dentro de un marco de tiempo, los workaholics no pueden parar de trabajar incluso si la tarea ya está completa.
¿Eres workaholic? Entonces deberías adoptar estos 5 hábitos

Por lo tanto, este tipo de trabajadores terminan perdiendo la noción del tiempo y permanecen pegados a sus lugares de trabajo durante largas horas. Si bien ser un adicto al trabajo es bueno en algunos niveles, podría convertirse en una amenaza para tu salud si no te controlas.
Aquí hay cinco cosas que deberías hacer si eres un adicto al trabajo:
#1 Planea tu día
Incluso si eres un adicto al trabajo y pasas la mayor parte del día trabajando, la planificación de tus días puede ser fructífero para tu productividad. Te dará suficiente tiempo para hacer las cosas bien, aumentando tus posibilidades de éxito.
#2 Aprende a priorizar
Priorizar las tareas es esencial para los workaholics, ya que ayuda a aprovechar al máximo las horas de trabajo. Saber lo que necesita tu atención inmediata y lo que puedes hacer más tarde, ayuda a cumplir plazos cruciales.

#3 Presta atención a ti mismo
No importa lo ocupado que estés, recuerda pasar un tiempo exclusivamente para ti. Podrías retomar un pasatiempo o pasar un largo día en un spa, pero enfocarte en tu bienestar es esencial. Los adictos al trabajo no son computadoras; son seres humanos después de todo.
#4 Dedica tiempo a tu vida personal
Tu vida personal es tan importante como tu vida profesional. Si ignoras por completo a tu familia y amigos, y pasas todo tu tiempo trabajando, solo resultará en relaciones tensas. Terminarás estresado y hará mella en tu productividad.

#5 Confía en el trabajo en equipo
Comprende la importancia de delegar el trabajo. Las personas en grupos siempre tienden a producir mejores resultados que una persona tratando de hacerlo todo por sí mismo. Mostrar un poco de fe en las habilidades de tu equipo puede ayudar a mantenerte libre de estrés.
Ser un adicto al trabajo no es malo si sabes que no te estás estresando más allá de los límites.









