¿Contar calorías o no contarlas? Para muchas personas eso no es un interrogante: se han decidido a contar las calorías de todo lo que ingieren. Sí o sí. Tal es el caso de muchos deportistas, bailarines y gimnastas. Pero, ¿obtienen algún beneficio al hacerlo o se trata de una mera obsesión? Aquí reflexiono sobre este asunto para que tú extraigas tus propias conclusiones.
El porqué contar calorías no tiene sentido alguno en tu vida

El estrés
Al contar las calorías de los alimentos que ingieren, muchas personas intentan perder peso o, al menos, no ganarlo. Pero más allá de que este deseo se cumpla o no, lo que ganan es estrés. ¿Lo has intentado alguna vez? ¿Te ha resultado práctico apuntar todo lo que comes y calcular sus calorías? No sé qué te parece a ti, pero en mi caso escribir todo lo que como es bastante molesto y siento que gano más culpa que beneficios.
¿Por qué? ¿Cómo resulta ser que este tipo de control resulta contraproducente? Es porque al leer mis anotaciones pienso cosas tales como “¡¿Realmente acabo de comer otro pedazo de pastel?!” o “¡¿Realmente son tantas las calorías que he consumido hoy?!” Me he dado cuenta de que durante el tiempo en el que mis pacientes que vienen a verme por trastornos alimentarios y cuentan frenéticamente sus calorías lo que ganan es una obsesión neurótica con ese número en su libreta y en su balanza. Nada más. Y comienzan a implementar estrategias ridículas tales como “¿Y si me pesara sin mis calcetines? ¿Realmente habría ganado peso?”.
A veces me cuesta guiarlos para que lleguen a sus propias conclusiones, y me gustaría poder ayudarlos más activamente a relajarse un poco, a disfrutar de la vida de una mejor manera y a comer sin culpa. Pero no puedo, cada uno es dueño de sus propios procesos y de sus propios tiempos...

La inexactitud de los métodos.
¿Sabías que la manera de determinar cuántas calorías podría aportar cada alimento tiene más de 100 años? Ese método consistía en quemar 100 gramos de cada comida y medir la cantidad de energía liberada por el calor que producía. Pero eso no es equivalente a la cantidad de calorías que absorbe el cuerpo. ¿Por qué? Porque, por ejemplo, 100 gramos de nueces crudas no aportan las mismas calorías al organismo que 100 gramos de nueces cocidas, porque el cuerpo las digiere de diferente manera.
¿Qué puedes hacer?
Todo lo que está a tu alcance es comprender esto y difundir estas cuestiones para que los demás no cometan estos errores en su dieta, en un intento por comer de manera equilibrada y saludable. ¡Si al menos una persona se vuelve de estos malos hábitos y mejora su salud, el esfuerzo se verá recompensado!
Mientras tanto, aquí te dejo estos sencillos tips para comer sano









