El fracaso no existe: cómo crecer personal y profesionalmente tras un despido

El ser despedido puede ser un duro golpe para cualquiera. Además, también puede ser un momento incómodo y difícil en el que no sabemos muy bien cómo actuar.

Aunque tengamos una mezcla de emociones, es importante entender que siempre es posible examinar nuestras fallas, mejorar y volver al ruedo.

1. No dejes que tus sentimientos tomen el control

Miedo, ira, resentimiento y ansiedad son algunas de las emociones que se pueden manifestar en una situación tan delicada como esta. Por ello, no debemos permitir que estas tomen el control. Tómate un momento para procesar lo que sucede.

2. Expresa lo que sientes

¿Te resulta aún muy difícil lidiar con el despido? Entonces acude a un profesional. Ir a un terapeuta y explicarle lo que te sucede hará que sigas adelante desde una perspectiva más saludable para ti.

3. Canaliza la energía

Ahora que tienes más tiempo, puedes enfocarte más en ti mismo, en tu familia y amigos. Practica algún deporte, inscríbete en la clase de arte que tanto querías. Esta es una oportunidad valiosa que debes aprovechar al máximo.

4. Analiza el próximo paso

Bien, has tenido tiempo para relajarte, pero es necesario establecer cuál será el próximo paso en tu vida profesional. Contempla si quieres seguir haciendo lo mismo que en tu trabajo anterior o más bien contemplas la posibilidad de dar un giro de 180°. Si aún sientes inseguridad al respecto, puedes buscar asesoría profesional.

5. Realiza conexiones

Una forma de regresar al mercado laboral es decirle a tu familia, amigos y hasta vecinos que estás disponible para trabajar. Es posible que no te ofrezcan un puesto, pero de seguro conocerán a alguien que podría estar interesado en lo que ofreces.

• Ver también: «Adiós, trabajo, adiós: El despido como una oportunidad»

6. Prepárate

Es posible que te encuentres en una situación difícil cuando estás en medio de una entrevista y te toque hablar de tu trabajo anterior. Recuerda, no permitas que sentimientos y recuerdos negativos empañen tu respuesta. No hables mal de lo que pasó y trata más bien de rescatar lo mejor del tiempo que estuviste en tu puesto. Esto es una muestra de madurez y profesionalismo.

7. Siempre es posible ser rechazado

El haber sido despedidos nos puede volver inseguros y temerosos, pero hay que tener presente que eso forma parte de la vida y que tenemos que tomar lo mejor de cada situación. No te sientas abatido, siempre ve hacia adelante  con entusiasmo.

Encarar un despido no es tarea fácil, pero quizás sea la oportunidad perfecta para cambiar de perspectiva, dar una pausa y analizar opciones para luego dar pasos más firmes hacia la vida que queremos lograr. La clave está en confiar en nosotros mismos y darnos la oportunidad de mejorar cada día.

• Ver también: «Programas para facilitar el trabajo en la oficina»