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Controla tus hormonas y pierde peso fácilmente con estos 3 consejos

La sensación de hambre es una señal de que hay una necesidad de ingerir alimentos. Sin embargo, esa señal no siempre es por necesidad, sino también por deseo. Comer sin necesidad —más conocido como hambre emocional— es la principal causa del aumento de peso.

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El hambre emocional

¿Por qué una torta de chocolate es irresistible? Investigadores del Instituto y Hospital Neurológico de Montreal encontraron una posible explicación: en el instante en que vemos comida que nos parece deliciosa, una hormona en el intestino llamada grelina comienza a enviar señales al cerebro diciéndonos que lo comamos de inmediato.

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Los carbohidratos refinados y las grasas despiertan señales cerebrales de compensación. Cuando comes un alimento rico en azúcar refinada y grasas, tu cuerpo siente bienestar y se activan los centros de recompensa. Tu cerebro deseará más de esos alimentos, pero tu cuerpo carecerá de nutrientes, por lo que seguirás sintiendo necesidad de alimentarte. Este proceso genera un círculo vicioso que lleva al aumento de peso inmediato.

Es posible controlar este deseo de comer por causa de una necesidad afectiva, como también se puede modificar los hábitos de alimentación. La clave está en ser conscientes si queremos alimentarnos para sentir una satisfacción momentánea o un alivio.

Cómo controlar las hormonas para perder peso

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1. ¿Qué es delicioso y qué no lo es? ¿Por qué?

«Cuando vemos comida que nos gusta, nos sentimos extremadamente obligados a comerla. [...] Nuestros cerebros probablemente están programados para valorar mejor a los alimentos altos en calorías, lo cual es importante si la comida es escasa o difícil de obtener», dijo Alain Dagher, neurólogo del Instituto y Hospital Neurológico de Montreal, según Reader's Digest.

Una manera de contrarrestar esta respuesta hormonal es aumentar el atractivo de los alimentos bajos en calorías; se puede pensar en ellos de manera más positiva y no calificarlos de poco sabrosos.

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2. Controla la glándula tiroides

Una alteración en esta glándula puede provocar aumento de peso. Por eso, si sientes que tienes una alimentación saludable y haces ejercicio regularmente, pero no bajas de peso, lo mejor es que consultes con un médico y pidas que te hagan estudios hormonales.

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3. Reduce la grasa abdominal

El profesor Kaiping Yang de la Universidad de Western Ontario explicó que las células grasas que se encuentran en el abdomen producen una hormona que actúa como un estimulante del apetito. Esto significa que el apetito no se origina solo en el cerebro, y según explican los investigadores, esta hormona estimula una mayor producción de células grasas.

Esta investigación, publicada en The FASEB Journal, sugiere que quienes tienen mayor cantidad de grasa abdominal pueden encontrar dificultad en perder grasa corporal en general. Para perder grasa abdominal puedes hacer ejercicios combinados de resistencia y aeróbica regularmente.

No siempre es fácil distinguir el hambre emocional que está relacionado con la ansiedad y el estrés. Pero somos capaces de alimentarnos con conciencia y elegir qué alimentos vamos a consumir. Cuando tengas muchas ganas de comer algo que te resulta irresistible, pregúntate de dónde viene ese deseo y cómo te sientes. Salir del «automático» es posible.

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