La ciencia de la conducta (o del comportamiento) ha pasado mucho tiempo investigando acerca de lo que nos hace felices y lo que se aleja de esa felicidad. Pero la felicidad podría estar más cerca cuando no se busca imperiosamente, cuando logramos hacer pequeños cambios en nuestro comportamiento y en nuestras relaciones, por ejemplo. Siempre tener distintas perspectivas de lo que nos acontece puede ser un buen camino para comenzar a sentirla.
Cómo puedes desafiar tus pensamientos negativos y lograr la felicidad

¿Has considerado el poder que tienen tus pensamientos sobre tu felicidad?
Observar los pensamientos

Aprender a controlar los pensamientos negativos, a percibirlos de otra manera, es una manera sencilla y eficaz de comenzar a sentirnos bien desde adentro.
Los seres humanos tendemos a reflexionar más sobre las malas experiencias que sobre las positivas, algo que es una adaptación evolutiva: aprender de las situaciones perjudiciales que enfrentamos a lo largo de la vida (intimidación, trauma, traición) nos ayuda a evitarlas en el futuro y reaccionar rápidamente ante una crisis.
Por eso tenemos que trabajar un poco más para lograr detenerse en los pensamientos negativos y «conquistarlos». Así es como puedes lograrlo:
No trates de detener los pensamientos negativos
Decirse a sí mismo «tengo que dejar de pensar en esto», solo hace pensar más en ello. En cambio, puedes lograr todo lo contrario si comienzas a aceptar esos pensamientos.
Trátate como un amigo
Cuando tienes pensamientos negativos sobre ti mismo, pregúntate qué consejos le darías a una amigo que se siente mal consigo mismo. Luego lo que tienes que hacer es aplicar ese consejo.
Desafía tus pensamientos negativos

Hay estudios que demuestran que desafiar y cambiar los pensamientos irracionales puede reducir los síntomas de depresión. El objetivo es pasar de una mentalidad negativa («soy un fracasado») a una más positiva («he tenido mucho éxito en mi carrera. Este es solo un mal momento. Puedo aprender de eso y ser mejor»). Aquí hay algunos ejemplos de preguntas que puedes hacerte para desafiar tus pensamientos negativos.
Primero, escribe tu pensamiento negativo. Luego hazte estas preguntas:
- ¿Cuál es la evidencia de este pensamiento?
- ¿Estoy basando esto en hechos? ¿O sentimientos?
- ¿Podría estar malinterpretando la situación?
- ¿Cómo podrían otras personas ver la situación de manera diferente?
- ¿Cómo podría ver esta situación si le hubiera pasado a otra persona?
Los pensamientos negativos están presentes, dependiendo de lo que hagamos con ellos es cómo influirá en nuestro sentir. Si en vez de negarlos o quererlos alejar, logramos aceptarlos y comprenderlos, estaremos más cerca de sentir eso que llamamos felicidad.








