Cómo desarrollar la inteligencia emocional en los niños

Cuando se es niño es muy importante llevárse bien con otros niños de la misma edad, de lo contrario podría llegar a ser un error con consecuencias emocionales en el futuro. Es así como la inteligencia emocional en  los niños entra a jugar un importante papel, no solo son inteligentes emocionalmente los adultos, sino que los niños deben desarrollar esta característica para alcanzar lo que nos parecen pequeños retos y a ellos grandes a su edad.

A dónde llegan los niños con inteligencia emocional

Los niños con inteligencia emocional tienen más probabilidades de ser felices, son sociables, cooperativos, optimistas y algo muy importante, resuelven problemas con facilidad. Por ejemplo, tienden a ser educados en la mesa, son menos impulsivos y su rendimiento académico puede despertar orgullo a sus papás.

Estas características que se tienen de niño, serán el fiel reflejo de él en el futuro; su gran impacto entre los otros niños y entre sus propios padres puede llevarle a esos lugares de éxito que querrá alcanzar, y cómo no, si llegan a controlar sus emociones de manera que a veces los adultos quisieran.

Consejos para desarrollar la inteligencia emocional en niños

Los padres cumplen una importante función en el desarrollo de la inteligencia emocional de los niños, son ellos quienes se hacen presentes a lo largo de la vida y en muchas ocasiones una sola frase puede cambiar la manera en que el niño percibe su entorno.

Hay que aceptar las emociones de los niños, no puedes pedirles que siempre estén contentos, hay múltiples problemas con los que se enfrentan, sus notas, sus compañeros del colegio y no está mal que se moleste, hay que preguntar por qué está enojado, sin juzgarle por su actitud.

Incluso puedes ayudarle a que él mismo lo diga para que se enfrente consigo mismo. Llegará el punto donde diga “estoy molesto” o “me siento triste”. En adultos y niños reconocerse es vital.
Cuando tienes buena comunicación con tu hijo y sabes de sus conflictos, él por su cuenta se acercará para hablar de ello y tú tienes que estar de su lado pero sin ser entrometido, debes hacerlo poner en los zapatos de los otros, por ejemplo, "¿Cómo crees que se sintió tu amigo cuando no quisiste hablar con él?".

Ayúdalo a que él mismo encuentre la solución, a que se pregunte cómo actuaría la próxima vez y a que visualice cómo quiere que lo vean las otras personas, como el niño insoportable y grosero, o como el niño educado y atento. Un niño con inteligencia emocional.

Incúlcale trazarse metas, dile "Si este año quieres ese juguete en especial, deberás ahorrar", por ejemplo, "Si quieres excelentes notas, esfuérzate en el colegio y pon atención". También dale confianza para que pueda hablar contigo, si te comenta alguna duda o alguna dificultad y lo recibes a gritos, no esperes que quiera contarte cuando se siente más feliz y compartirlo contigo.

Felicítalo cuando sea necesario, reconoce sus éxitos, como esperas tú que reconozcan los tuyos en tu trabajo o en casa. Llénalo de frases alentadoras como. “Tú siempre puedes” o “Eres muy inteligente”.

Así tu hijo seguramente se va a sentir muy motivado y cuando se presente un problema no querrá arreglarlo a los gritos. No tendrá grandes silencios, sino que conversará contigo sobre sus metas y sobre lo que le preocupa. Tú estarás utilizando tu inteligencia emocional. Es cuestión de interesarse por su mundo, no porque sean niños no tienen problemas, cada paso que das con ellos te acercará a desarrollar la inteligencia emocional en los niños.