Comienza a entrenar de noche y te cambiará la vida

Hay una falsa creencia de que el único momento adecuado para practicar deporte es por la mañana, pero ¿qué hay de todos aquellos que detestan despertarse temprano? ¿es obligatorio entrenar en ese horario? Pues a pesar de que mucho se hable de que entrenar por la mañana es mucho más beneficioso que hacerlo por la tarde o por la noche, te alegrará saber que no es así.

Lee a continuación si hasta ahora creías que entrenar por la noche no era efectivo y verás cómo puedes comenzar a hacerlo sin ninguna culpa en lugar de sufrir por la mañana:

No te costará el doble dormirte

Mucho se ha dicho sobre cuán dificultoso se puede volver dormir si uno entrena por la noche. Un estudio de la Fundación Americana Nacional del Sueño comprobó que la práctica de deporte por la noche no altera la calidad del sueño.

Dormirás mejor

Por el contrario, muchos estudios han llegado a la conclusión de que si practicas ejercicio (especialmente de fuerza) puedes dormir mucho mejor. La sensación de ir a la cama con mayor cansancio físico puede ser placentera  y te ayudará a aprovechar mejor del tiempo que tienes para dormir.

Además, mientras duermes es un momento ideal para que los músculos se relajen y recuperen.

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Entrenamientos más efectivos

Muchos estudios también probaron que si entrenas por la noche, el entrenamiento puede ser más efectivo y ayudar a ganar más masa muscular y resistencia.

Menor presión arterial

Un estudio del Journal of Strength Conditioning Research concluyó que las personas que entrenan por la noche tienden a tener una presión en sangre más baja.

Resultados más rápido

Un estudio de la Universidad de New England en Birmingham descubrió que las personas que entrenan de noche pueden obtener resultados hasta un 20 % más intensos y efectivos. En otras palabras, que pueden quemar más calorías y ver cambios en sus cuerpos antes.

Si hasta ahora te obligabas a hacer un esfuerzo sobrehumano para entrenar por la mañana porque «era mejor» ya puedes dejar eso de lado. Comienza a disfrutar de las mañanas y renuncia al sufrimiento mañanero, ya que practicar deporte tiene que ser un placer y nunca un castigo.

¡Duerme por la mañana y entrena por la noche!

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