Este tema, todavía tan tabú, debe tratarse con seriedad. No existen medicamentos ni ejercicios mágicos para agrandar el pene; hasta el momento, la única manera de hacerlo es mediante un procedimiento quirúrgico.
Cirugía para agrandar el pene: en qué consiste y cuáles son sus riesgos


¿En qué consiste la cirugía?

Se inserta una pieza de silicona con forma de medialuna bajo de la piel del pene para que este se vea más ancho y largo, de acuerdo a Health Line.
El pene cuenta con dos tipos de tejido: el cuerpo cavernoso y el esponjoso, que es el que rodea la uretra. El dispositivo de silicona se introduce sobre el tejido cavernoso. Al colocarse, de inmediato se adapta a la forma requerida. El procedimiento se realiza por medio de una incisión en la zona de la ingle, encima de la base del miembro. Al colocar el dispositivo, se estira la piel, lo que hace que el pene se vea y se sienta más grande. Su circunferencia incrementa entre 4 y 6 centímetros.
El procedimiento dura alrededor de 45 minutos bajo anestesia general y la cirugía es ambulatoria, por lo que no hace falta que el paciente quede internado; cuando se recupera de la anestesia, puede marcharse a su casa. No obstante, el pene permanece inflamado durante algunas semanas después de la cirugía. Por este motivo, el paciente no podrá tener relaciones sexuales ni masturbarse durante 6 semanas.
¿Cuáles son los riesgos?

Si bien el procedimiento es sencillo, como en toda operación, la cirugía para agrandar el pene presenta sus riesgos.
Efectos de la anestesia
vómitos
náuseas
- agotamiento
- confusión
- incremento del riesgo de padecer neumonía o un infarto
Posibles consecuencias postoperatorias
perforación e infección en el implante
desprendimiento de la sutura
- rotura del implante
- coágulos de sangre en los tejidos del pene









