Llega un momento en el horario de trabajo en el que simplemente necesitas separarte de la computadora y tomar un café. Es una acción automática, la hacemos sin pensar ya que solo queremos servirnos una taza para despertarnos y regresar a lo que estábamos haciendo.
Amante del café: te encantará incluir este ritual sueco a tu vida


No nos damos cuenta de que ese momento, por más corto que sea, puede ser una oportunidad para relajarnos y apreciar los pequeños momentos. Afortunadamente hay quienes sí se toman ese tiempo para contemplar la vida y disfrutarla: los nórdicos. Estas sociedades tienen términos sin traducción y que son muy inspiradores para nuestra vida diaria.
Palabras como hygge, que habla de lo acogedor de un hogar sencillo, o Lagom, que nos invita a disfrutar de las cosas sencillas de la vida, ya se pusieron de moda. Pero hay uno nuevo, uno menos conocido, que nos puede ayudar a encontrar un sentido más profundo hasta en lo que considerábamos irrelevante: la hora del café.
Fika, el café es más que combustible

Para la mayoría de nosotros, el café de la oficina es combustible para seguir alertas en el trabajo, pero para los suecos ese corte se llama fika y es un momento de relajación.
Según el libro Fika: The Art of the Swedish Coffee Break (Fika: el arte de la pausa del café) esta costumbre es «el momento en que haces una pausa, a menudo con una taza de café, pero puede ser con té, y con un pastel para acompañarlo... pero lo esencial es que, cuando lo haces, te estás haciendo un tiempo para tomarte una pausa: eso es lo que significa fika».
El foco de esta costumbre no es la taza de café, sino la capacidad de hacernos un momento en el día para despejarnos del estrés del trabajo y relajarnos un poco. Muchas veces estamos tan ocupados que pensamos que no podemos darnos un minuto para respirar, pero con este ritual vas a poder hacerlo, solo tienes que darle un nuevo significado a una actividad que antes no la tenía, como la pausa del café.









