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Ahorra kilos y dinero la próxima vez que vayas al supermercado: consejos útiles

El hambre no es buena consejera cuando vas al supermercado. Así que, para empezar, procura saciarla antes de abrir la puerta. Luego, recuerda cuál será tu objetivo: comprar los alimentos más nutritivos y accesibles para fortalecer tu salud, y disfrutar en el proceso. Y con eso en mente:

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Crea una lista

Esta te hará más fuerte frente a la avalancha de estímulos que querrán seducirte en el supermercado y te ayudará a centrarte en lo que necesitas.

Evita las góndolas del centro

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En estas góndolas están los panificados y los alimentos chatarra caros y calóricos. Mejor céntrate en el perímetro del supermercado, donde se encuentran los alimentos frescos.

Elige panificados con cuidado

Si debes comprar este tipo de alimentos porque no puedes cocinar tu propio pan casero, lo ideal es elegir panes fabricados con granos enteros. Si no encuentras una variedad que te convenza, elige granos enteros sin procesar y agrégalos a tu yogur matinal.

Observa la tabla nutricional

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Si ves un alimento con 5 ingredientes imposibles de pronunciar, déjalo de lado.

¿Y los enlatados?

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Tener una provisión variada de enlatados puede sacarte de más de un apuro. Opta por latas de atún en agua, sopas libres de sal, aceite de oliva o de canola y conservas de vegetales y frutas. Presta mucha atención al contenido de sodio de este tipo de alimentos, pues suele ser muy elevado.

El ultimo paso: alimentos fríos

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Cuando hayas comprado todos tus alimentos, pasa por la sección de congelados, carnes y lácteos.

  • Asegúrate de que las carnes sean libres de grasa y estén lo más frescas posibles.
  • Inclínate por los lácteos descremados y los quesos menos salados.
  • Vigila el sodio de los alimentos congelados y opta por la alternativa que lo contenga en la menor proporción, como recomienda WebMD.
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Para que te sigas cuidando...