Durante las últimas semanas he puesto en práctica la tendencia de pintar mandalas, un pasatiempo que ha provocado toda una fiebre entre los padres que tomaron de sus hijos varios colores prestados a la hora de ponerse a pintar estos famosos símbolos de la India. Un nuevo arte que reporta estos diferentes beneficios.
¡Abre tu mente a nuevas ideas! Pintar mandalas será tu pasatiempo luego de leer estos 6 beneficios

1. Relaja
Según los estudios, pintar con colores y, con ellos, los famosos mandalas, tiende a estimular la parte izquierda del cerebro, la cual trabaja el razonamiento, inhibiendo la emociones del lado derecho y generando endorfinas, de modo que nos aporta una mayor relajación y elimina el estrés.
2. Fomenta la concentración
Las sinuosas formas de los espacios a colorear dentro del mandala y, especialmente, el procurar no salirse de sus marcados contornos, permite al cerebro centrarse solamente en lo que estamos haciendo en ese momento, olvidando unas preocupaciones que, en ocasiones, luchan por interrumpir nuestra afición sin demasiado éxito.

3. Viejos hábitos
Pintar en general nos permite volver a esa infancia en la que colorear un dibujo era nuestra máxima aspiración durante el día y el mundo nos parecía un lugar menos complicado. Hay algo de nostálgico en todo ello, la capacidad de retroceder en el tiempo en el mejor de los sentidos, de acudir al pasado para mejorar el futuro.
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4. Es creativo
Mientras que al pintar se estimula la parte izquierda del cerebro, al elegir las formas cromáticas del mismo se estimula el hemisferio derecho, el más emocional y abstracto. Esto conllevo a apreciar una obra surgida de nuestro propio criterio y, por ende, de un estímulo inconsciente, de esa creatividad que va abarcando más y nuevos pensamientos a medida que avanzamos con nuestro mandala.
En mi caso, mientras coloreaba fueron brotando nuevas ideas relacionados con otras artes que trabajo como la escritura.

5. Simplifica los problemas
En ocasiones, los pasatiempos más sencillos nos permiten obtener una perspectiva mucho más simplificada de los problemas al permitirnos olviarnos de ellos durante un largo rato y volviendo a retomarlos poco después tras un necesario hiatus.
Pintar mandala o cualquier otro dibujo o lienzo nos permite refugiarnos en una actividad sencilla, de escasas exigencias y en la que expandimos los colores al mismo tiempo que negamos a la mente pensar en los problemas del días.
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6. ¡Y es barato!
Si bien en Amazon puedes adquirir libros de mandalas para colorear u otros de dibujos aún más profesionales como el ya famoso Secret Garden de Johanna Basford, practicamente en cualquier librería de barrio o bazar de ofertas puedes adquirir un libro de mandalas y una cajita de lápices de colores para comenzar por precios muy económicos.
Estos 5 beneficios de pintar mandalas trabajan el cerebro desde diferentes vertientes, potenciando nuestro razonamiento, creatividad pero, también, una concentración que actúa como un manantial de agua sobre nuestra mente, aportándonos paz y relajación.
Por algún motivo los mandalas tenían que venir de la India.








