Lifestyle

8 cosas con las que seguro de identificas si hablas bajito

¿Cuántas veces tienes que repetir lo que dices para que te comprendan o al menos te escuchen? ¿Detestas los comentarios como: ¡habla más fuerte!? O... ¿por qué te falta tanta energía? Pues si perteneces al club de los que hablamos bajo, de seguro tienes que lidiar con algunas de estas situaciones que no te agradan para nada…

PUBLICIDAD

#1 Te dicen: “¡Ah, estabas allí!”

En una reunión, hablas un poco, pero a pesar de eso, siempre está esa persona que se acerca a ti y te dice: "¡no sabía que estabas aquí! No escuché tu voz en estas dos horas…"

Puede ser bastante fastidioso y más cuando lo hacen adelante de todo el mundo.

#2 Eres muy bueno escuchando

No solo hablas bajo, sino que intentas hablar lo menos posible. Por eso, tus amigos saben que res  excelente escuchando, todos recurren a ti para contar sus problemas o lo que sea.

#3 Te preguntan ¿"Estás bien?"

Cuando no escuchan cuando hablas o sienten que hablas muy bajo, te preguntan si te encuentras bien. Esa pregunta puede ser bastante molesta cuando te encuentras perfectamente bien.

#4 Hablas lo justo y necesario

A la hora de hablar, prefieres sintetizar y decir lo menos posible, especialmente porque no disfrutas de alzar tu voz y sabes que te van a pedir que lo hagas.

#5 Hablar en público es sinónimo de tortura

Si hay una ocasión que te obliga a alzar tu voz es cuando tienes que hablar adelante de muchas personas. Agradeces la invención de los micrófonos en cada uno de esos momentos.

#6 Te ensordecen

Cuando te juntas con tus amigos, corres peligro de sordera al instante y tienes que pedirles por favor que bajen el tono de su voz. Porque tus oídos definitivamente no están acostumbrados.

#7 Te conocen como “El mundo" o "La muda"

Has tenido que soportar durante toda tu adolescencia que te llamen muda o mudo entre otros sobrenombres molestos, pero el problema está en ellos y su capacidad de escucha…

PUBLICIDAD

#8 "¿Te llamo?”

Ya sea porque sabes que te pedirán que alces la voz o porque no quieres hablar, cada vez que alguien te pregunta si puede llamarte desearías poder decirle que envíe un mensaje.

Ahora bien, si sientes que te excluyen en más de una ocasión porque tu tono de voz no es suficientemente alto para igualar a los demás, ¡descuida! siempre lo que digas será muy interesante, ya que escuchar tu voz es un privilegio.