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6 mentiras que solemos creer y nos hacen realmente infelices

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Las creencias de cada uno conforman su realidad. Son la materia con la que está construido el prisma por el que observamos y vivenciamos el mundo. Si estas creencias son positivas y nos vinculan con estados de buena salud y equilibrio mental, de seguro nuestra realidad estará en consonancia con ellas.

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Ahora, si estas creencias tienen más que ver con pensamientos del tipo «me falta para poder lograrlo», «no puedo» o «no lo valgo», se convierten en verdaderas enemigas de nuestra felicidad. Hoy compartimos contigo, entonces, 6 verdaderas mentiras que solemos creer y pueden hacernos infelices.

1. «Me falta...»

Esta creencia de carencia es una de las mentiras más grandes en las que solemos creer. Con lo que eres hoy, ya tienes suficiente. No precisas ni tal título, ni determinado reconocimiento, ni cierta cantidad de dinero para lograr ser feliz. Es que ese anhelo de gozo muchas veces nos nubla la vista y nos hace creer que lo que necesitamos está fuera, cuando ya somos todo lo que tenemos que ser hoy.

2. «Si tuviera más tiempo, podría hacer A, B y C»

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La falta de tiempo es una de las excusas que más utilizamos para aplazar la concreción de nuestros deseos. Aunque siempre estemos en búsqueda de la felicidad (o al menos eso creamos), paradójicamente destinamos tiempo y energía a aquello que no nos hace felices, sino más bien todo lo contrario. Priorizar el tiempo para realizar lo que nos llena el alma es clave para empezar a transitar un camino de mayor plenitud.

3. «Algún día lo haré»

«Algún día conoceré tal país», «algún día me animaré a tal actividad», «algún día le hablaré a esa persona», «algún día...». Pero ese día nunca llega. Tienes que reconocer que las condiciones ideales (o lo que nosotros pensamos como ideal) nunca llegarán. La aventura y la alegría están mucho más cerca de lo que imaginas. Solo tienes que decidirte a experimentarlas en el presente. Nunca se sabe qué ocurrirá mañana.

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4. «Si tuviera X, todo iría mejor»

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A decir verdad, si no estamos contentos y agradecidos por lo que tenemos hoy, difícilmente lo estaremos cuando consigamos «X». Probablemente obtengamos cierto placer momentáneo al obtenerlo, pero al poco tiempo estaremos ya pensando en «Y», ese nuevo objeto, trabajo o relación que supuestamente nos brindaría felicidad. Pero ni «X», ni «Y» constituye la fuente de la felicidad. Agradece, entonces, por todo lo que tienes hoy y por todo lo que eres en este momento presente. Todo lo que llegue será un regalo extra del universo.

5. «Él o ella cambiará»

Por más amor y cariño que le tengamos a una persona, jamás podemos pretender cambiarla. Nuestros patrones de lo «correcto» e «incorrecto» no tienen por qué ser idénticos a los de los demás. Entonces, la mejor opción tiene que ver con aceptar a esa persona tal cual es. Luego elegirás si continuar con el vínculo o no, pero esta es una elección propia y no tiene que ver con la otra persona.

6. «No estoy listo»

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Nunca estaremos 100 % preparados para todas las situaciones de la vida y, aunque esto nos genere incertidumbre, en realidad deberíamos celebrarlo. Así es, vinimos a este mundo a vivir experiencias y sentir todas las emociones.

Es más, muchas veces ocurre que, aunque hayamos tenido determinada experiencia en el pasado (por ejemplo, ser padres) y pensemos que estamos más experimentados, la realidad nos demuestra lo contrario. Lo importante, entonces, es recibir las sorpresas y las vueltas de la vida de la mejor manera posible: desde la serenidad de saber que todo lo que sucede es perfecto.

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Con frecuencia solemos decirnos mentiras que, aunque sutiles, marcan y limitan nuestra forma de experimentar la vida. Estos 6 ejemplos pueden generarnos cierta comodidad en un principio, pero sin duda a mediano y largo plazo generarán sufrimiento. Esperamos que te sirvan de inspiración estas reflexiones y que las tengas en cuenta para tu vida cotidiana.