Los fines de semana los esperas con ansias solo por estas cosas: dormir, descansar, mirar películas, comer pizza. Y todos aquellos que atenten contra tus planes los prefieres lejos. Pero siempre te cae el mismo mensaje : «Festejo mi cumpleaños en el baile, no me falles». Y a ti solo se te ocurre un pensamiento: «No de nuevo por favor». Yo te entiendo.
6 estados por los que pasan las personas que no les gusta salir a bailar

1. No hay necesidad de salir con este frío
Cuando te hicieron la invitación lo primero en que pensaste es en el frío. Salir tan tarde y con frío no tiene mucho sentido. Se te ocurren un millón de motivos para quedarte en tu casa mirando películas.
2. Voy, pero vuelvo temprano
El problema es que no quieres ser siempre el aguafiestas que no va al baile. Para no quedar mal, se te ocurre decir que vas, pero eso sí, avisas que vuelves temprano.

3. Lo hago porque eres mi amiga
Y claro que no olvidas decir todo lo que te cuesta ir, es un esfuerzo muy grande que haces porque te lo pide tu amiga. (Para ver si se compadece y te dice que mejor no vayas).
4. Perdón, no voy, hay demasiadas personas juntas y es algo que no soporto
Al poco rato de tener que ir, te arrepientes de haber aceptado la invitación y rápidamente dices alguna excusa. Ya sabes que nadie te va a creer...

5. La música tan alta me hace mal, me quedo del otro lado
Como nadie te creyó, llega la hora y vas. Sin ganas, te abrigas y con cara de cansancio y aburrimiento entras al baile. Pero antes adviertes que la música te hace mal y que te alejas de los parlantes.
6. ¡No pensé que me iba a divertir!
Al final del baile, pasó lo que nunca imaginaste que iba a pasar: ¡te divertiste!
Amamos la calma y la comodidad de nuestros hogares. ¡Que nunca nos falten las buenas películas, el sofá y la manta para cubrirnos!










