5 decisiones inteligentes para cuidarte mejor que nadie

El amor propio es el más importante de todos, porque durará toda la vida. Sin embargo, muchos no sabemos cómo mantener una relación sana con nosotros mismos.

Estas son algunas decisiones que debes hacer incluir en tu rutina para no acabar en una monotonía deprimente y una vejez complicada como resultado de no haberte cuidado en tus «años mozos».

Respeta el tiempo en el que no trabajas

¿Cómo fue que acabamos viviendo para trabajar? Aun peor, ¿cómo fue que permitimos que el trabajo nos restara tiempo de calidad?

Organiza tiempos específicos en los que no trabajes y que dediques a ti mismo y a tu familia. Puede ser en la mañana (antes de ir al trabajo) o cuando llegas a casa (de 5 a 8 de la noche).

Usa ese tiempo sabiamente. Pasa tiempo con los tuyos, haz algo que ames y jamás tomes esas horas para trabajar. Es tu tiempo. No todo es hacer dinero.

Ejercítate

La meta que todos tenemos, pero que pocos cumplimos. Hazlo un deber: levántate temprano y ejercítate: ve al gimnasio, camina o trota por tu vecindario, corre en el parque. Cualquier actividad que active tu cuerpo es ideal para aclarar tu mente, además de los evidentes beneficios para tu salud y que te permitirá pasar tiempo con tus seres queridos, si lo haces en grupo.

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Duerme lo suficiente

Una de las cosas que sacrificamos en la «vida adulta» son nuestras horas de descanso. Error. Hay innumerables estudios que muestran los beneficios de dormir, incluyendo su relación con la felicidad, la salud y la toma de decisiones. Recarga tus baterías. Lo necesitas.

Socializa

Sacrificar las amistades por el trabajo… ¿te suena familiar? Pues es momento de que cambies esto. Sí, trabajar es importante y necesario, pero también necesitas conectarte con tus amigos y familiares, distraer tu mente y sentir que cuentas con alguien. Saludar a tu madre en un día muy estresante puede ser más reconfortante de lo que crees.

Tómate tu tiempo al despertar

¿Suena la alarma y corres a la bañera? Error. Date el tiempo para despertar, tener pensamientos positivos, respirar, estirarte y entonces sí, piensa en tu día y lo que tienes que hacer. En este tiempo tampoco se permite revisar el móvil, porque seguro está lleno de actividades que tienes que cumplir.

Estos parecen ser consejos muy básicos, pero cambian vidas. Tómate tiempo para estar contigo mismo y verás cómo los días pasan de ser nubes grises a estar llenos de arcoíris.

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