''No lo voy a hacer nunca más, esta sensación es tan incómoda, ¡no hay necesidad!''. Esta es la clásica frase que muchos repiten cada año cuando llegan las fiestas o cuando se presenta una ocasión en la que, por un motivo u otro, terminamos comiendo más de la cuenta. Yo me pregunto, ¿acaso comer hasta explotar es un buen trato? Definitivamente, no.
2 simples preguntas que te salvarán de volver a comer más de la cuenta otra vez

Además, no caben dudas de que este comportamiento no refleja una buena relación con la comida y que hay algo que deberíamos cambiar. Tampoco es saludable para nuestro organismo recibir 5.000 calorías un día y al siguiente no más de 1.000. En este, como en todos los aspectos de la vida, es necesario mantener el equilibrio.
¿Qué debemos cambiar?

Si crees que las únicas opciones son la privación absoluta o la libertad total, estás equivocado. Sí es posible saborear todo lo que más te gusta y aún así sentirte bien, el cambio está en nuestra mentalidad. Esta es la que determina cómo percibimos nuestra alimentación y solo cambiando la perspectiva podremos adoptar un estilo de vida saludable a largo plazo.
¡Es posible!

Es muy sencillo decirlo, pero sí: llevarlo a la práctica puede ser un tanto más complicado (¡aunque no imposible!). Para facilitar el proceso tienes que valerte de determinadas estrategias que te ayudarán mucho y también tener paciencia y perseverancia, ¡no podemos esperar cambios de la noche a la mañana!
Comer para sentirse bien: las dos preguntas clave

La pregunta que todos necesitamos hacernos es: "¿qué lugar ocupa la comida en mi vida?". Comer es un placer, nadie lo puede negar, pero no podemos perder de vista que antes de eso es una necesidad física para que nuestro cuerpo funcione adecuadamente. Y si queremos que tenga un buen rendimiento no podemos brindarle solo alimentos nutricionalmente vacíos o pobres.
Entonces, cada vez que comas algo piensa:
- ¿Me dará la energía que necesito?
- ¿Me hará sentir bien o sentiré culpa?
Este truco mental te ayudará a tomar mejores decisiones basadas en lo que aporta cada alimento y no solo en su sabor. Por supuesto que también puedes incluir alimentos que no sean demasiado nutritivos; solo procura no abusar. > ¿Cómo convertirte en un amante de las verduras e incluirlas en tu dieta sin fallar en el intento?
La primera sensación

¿Quién no adora ese primer bocado de delicioso pastel de chocolate o el primer trago de un refrescante vino blanco los días de calor? Comer y beber son fuentes de verdadero placer, pero tienes que asegurarte de disfrutarlo de principio a fin, porque no tiene ningún sentido comer por comer. Tienes que saborear tus alimentos para permitirle a tu paladar que disfrute lo más que pueda.
De esta manera, te asegurarás de no comer más de la cuenta y nunca más volverás a tener esa horrible sensación de pesadez.
Nada te hará sentir mejor ni te dará tanta satisfacción como alcanzar el equilibrio y sentirte en completo control. Eso sí, ten en cuenta que puede llevarte meses y hasta años perfeccionar tu comportamiento alimenticio, pero si yo y muchos otros lo logramos, ¿por qué tú no?