Imagínate esta situación: Vas a cenar a la casa de tus suegros, y el menú es pollo con papas. Tú amas el pollo, pero te parece imperdonable comerlo con un tenedor. Ahí estás, sentado en la mesa con tus suegros mirándote de reojo.
10 reglas de educación y convivencia que rompemos cuando ya nadie nos ve

¿Qué haces? Esperas a que tu suegro vaya a la cocina a buscar más papas, tu suegra al baño y ¡zaz! agarras una pata de pollo con la mano. Si te sientes identificado, seguramente recordarás estas otras situaciones...
1. Ir al baño con la puerta abierta

Estás solo en tu casa. Nadie puede molestarte. Te dieron ganas de ir al baño y cuando vas a cerrar la puerta te lo cuestionas. ¿Por qué cerrar la puerta si estoy solo? ¿quién me va a ver? Nada más lindo que sentir que rompemos una regla de convivencia.
2. Rascarse
Si sientes picazón te tienes que rascar en ese preciso instante, no hay vuelta. Pero ¿qué hacer si estás en una reunión de trabajo y te pica el trasero? Hacer movimientos extraños con la silla no es la respuesta más acertada, lo que haces es aguantar la picazón. Por eso cuando nadie te ve, te rascas de las mil maneras posibles.
3. Comer comida que se cayó al suelo
Muchísimas veces se te cayó comida al suelo. Y otras muchísimas veces no la has vuelto a comer porque te estaban mirando. ¡Ah! Pero cuando estás solo y se te cayó una porción de pizza, claro que no temes agarrarla y comerla.
4. Comer pollo con la mano

Está todo bien con las reglas de educación y convivencia (bueno, no siempre). Pero hay comidas que solo podemos saborearlas bien si la comemos con la mano. El tenedor es el objeto maldito interceptor entre la deliciosa comida y nuestro paladar, y cuando estás en soledad te encanta prescindir de él.
5. Hablar con acentos
La gente que se hace llamar normal siempre habla con el mismo acento. Pero en realidad, los que realmente son normales, les gusta probar distintos acentos. Lamentablemente eso solo puede suceder cuando nadie está escuchando.
6. Andar sin ropa

Quedarte solo en casa significa estar desnudo. Un placer que solo haces cuando estás solo. Te quitas la ropa y con ella se van las reglas sociales ¡te sientes liberado!
7. Hacerle burlas al de las noticias
Ya no soportas al de las noticias. Siempre que estás mirando ese programa con alguien te abstienes de ser un maleducado y simplemente lo criticas. Pero cuando estás solo frente al televisor no te importa ninguna regla de educación, le haces burla, y te encanta hacerlo.
8. Espiar a los vecinos

Más de una vez abriste la cortina despacio para que los vecinos no se dieran cuenta de que los estabas espiando. Es mejor que ver una telenovela, la mejor trama se da en la casa del vecino. Sí, señor.
9. Selfies (muuuchas)
Vives hablando mal de la moda de las selfies. Cuando estás en una reunión con amigos sos el primero en criticar cuando dicen ¡selfie grupal! Pero lo cierto, es que eres un experto en selfies cuando nadie te está mirando.
10. Hablarle al espejo

No estás loco. Pero si lo haces delante de otros probablemente digan que lo estás. Por eso cuando entras al baño es tu mejor pasatiempo, hablarte a ti mismo.
No te sientas raro, no eres el único que ama romper con las reglas de educación y convivencia cuando no hay ojos molestos observando. Recuerda: hay que reprimirse menos y ser más espontáneos, camino seguro hacia la felicidad.









