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¿Por qué algunas mujeres dañamos nuestra salud para vernos "más lindas"?

Con el afán de vernos más hermosas, muchas veces realizamos cosas que dañan nuestra salud: desde dietas extremas hasta intervenciones quirúrgicas que pueden poner en riesgo nuestra integridad física.

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Pero el punto es: ¿por qué hacemos esto?

¿A qué se debe nuestra obsesión?

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Después de pensarlo durante mucho tiempo, llegué a la conclusión de que se trata de seguir los cánones de belleza de forma casi obsesiva.

Ver a las modelos delgadas (sin un gramo de grasa) y querer tener el mismo cuerpo que ellas (aun atentado contra nuestra constitución física natural) nos lleva a tomar medidas extremas que pueden dañar nuestra salud y hacernos caer en trastornos alimenticios tales como la bulimia y la anorexia que, a su vez, nos arrastran a todo tipo de enfermedades.

En este punto también entran las cirugías estéticas: muchas mujeres se vuelven adictas a este tipo de procedimientos y hacen caso omiso a todas las consecuencias adversas para el organismo. ¿El resultado? Un cuerpo dañado y para nada natural.

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Los estándares de belleza, ¿son los reales?

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Ante esta pregunta, debo decirte que lo que se ve en las propagandas de televisión y en las diferentes revistas de moda no debería ser el estándar de belleza de todo el mundo. ¿Los motivos?

Para empezar, no se trata de una belleza natural, sino completamente distorsionada -¡la luz, el exceso de maquillaje y el Photoshop sí que pueden hacer maravillas!, o desastres...-.

Además, por seguir estos cánones irreales, ponemos en riesgo nuestra salud. No tenemos en cuenta que, en muchos casos, detrás de esos cuerpos espectaculares hay más de un atentado contra la salud.

Se sabe, por ejemplo, de casos de modelos que solo consumen una ensalada y un poco de agua en todo el día. ¡Esto no suena a belleza!, y mucho menos a salud.

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Entonces, ¿por qué los seguimos?

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Creo que la principal respuesta yace en nuestro irrefrenable deseo de agradar al resto de las personas. A fin de cuentas, ¿a quién le gusta recibir críticas?

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A nadie, es verdad. Pero tampoco puedes pasar tu vida guiándote por la opinión de los demás -esta suele ser tan subjetiva como cambiante-. Entonces, ¿qué te parece si dejas todas esas locas imposiciones estéticas y te aventuras a disfrutar de tu belleza única e irrepetible? Atrévete a ser diferente.