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Esta estilista captó la cruda realidad de la depresión para luego hacer su magia ¡Impresionante!

Las jornadas laborales suelen volverse rutinarias y estructuradas, pero hay días en el trabajo que pueden cambiarle la vida a más de una persona. Eso le sucedió a Kate Langman, una estilista de la ciudad de Wisconsin de la peluquería Ulta Beauty que tuvo un acto repleto de amor y compasión.

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Lo que sucedió

Kate notó que una mujer en la peluquería tenía intenciones de comprar una excesiva cantidad de productos para su cabello y decidió acercarse a ella para ayudarla.

La realidad

Cuando la peluquera se acercó para asistirla, descubrió que la historia detrás era peor de lo que imaginaba. La mujer sufría de depresión y era la primera vez en 6 meses que salía de su casa, y durante todo este tiempo no había lavado su cabello.

100 % dispuesta

Kate le ofreció agendar una cita para el día siguiente, pero la mujer no fue. Dos semanas más tarde llamó para agendar nuevamente una cita pero tampoco se presentó.

«Me rompió el corazón»

Kate contó que un familiar muy cercano sufría de la misma condición y eso sin lugar a dudas la impulsó a tener la actitud que tuvo, ya que comprende a la perfección cómo la otra persona se siente. Y que las dos veces en que no se presentó, simplemente le rompió el corazón.

Pero días más tarde la mujer fue al salón de belleza y preguntó si era posible que la atendieran.

Un alivio

La estilista describió que cuando vio llegar a la mujer sintió una gran sensación de alivio. Trabajó durante 8 horas seguidas con la mujer, lo cepilló, lo recortó y lo tiñó para darle un look completamente nuevo. Y afirmó que cuando la clienta se vio en el espejo, se podía ver el brillo de sus ojos.

«Quería que supiera que había alguien allí para ayudarla. Sin importar las circunstancias, ella necesitaba saber que había alguien para apoyarla y esa persona quería ser yo.»

Por más simple que parezca el acto de brindarle un servicio a otra persona, en este caso fue un acontecimiento que probó que con nuestro trabajo tenemos el poder de cambiarle la vida a otra persona. La actitud de Kate Langman estuvo repleta de amor y sin lugar a dudas prueba de que en este mundo todavía quedan muchas personas dispuestas a darlo todo por ayudar y hacer sentir mejor al prójimo.