Cómo limpiar el pescado

Hay varias maneras de limpiar un pescado, aunque siempre hay que lavarlo primero con agua corriente.  A su vez, debemos tratar de limpiar el pescado lo más rápido posible de haberlo sacado del agua, o si es del supermercado, lavarlo ni bien llegamos a tu casa.

Estas son algunas de las formas de hacerlo:

Con cuchillo afilado

La manera más fácil de limpiar un pescado es ponerlo de lado y con un cuchillo afilado cortar desde las branquias y a través de la columna vertebral. De esa manera, cuando saques la cabeza saldrán las entrañas. Luego corta a lo largo de la panza del pescado. Una vez abierto el pescado, raspa a lo largo de la columna vertebral para sacar la vena sanguínea.

Luego enjuaga a fondo el pescado con agua fría. Si quieres, puedes cocinar el pescado con la piel hasta que comience a separarse de la carne. Remueve la piel y la espina dorsal también saldrá.

Desescamar el pescado

La segunda forma de limpiar un pescado comienza por enjuagarlo usando agua del grifo y desescamarlo. No siempre es necesario sacarle las escamas a todos los pescados.

Para determinar si tu pescado necesita ser desescamado, coloca el pescado plano y con la punta del cuchillo (a un ángulo de 90 grados) haz movimientos cortos desde la cola a la cabeza. Si las escamas son largas y planas entonces debes sacarlas. Sácalas hasta que el pez esté suave y repite desde el otro lado. 

Luego, con un cuchillo afilado corta desde las branquias hasta la cola, abre el pescado y remueve las entrañas con los dedos, luego raspa a lo largo de la columna vertebral usando tu dedo o una cuchara y remueve la venas sanguíneas.

Lava el pescado a fondo nuevamente usando agua corriente Si planeas cocinar el pescado entero, es una buena idea remover la espina dorsal. Enjuaga el pescado una última vez.

Para tu seguidad siempre ten cuidado cuando usas cuchillos afilados. A su vez, ten en cuenta que cuando guardes el pescado en una heladera con hielo, debes asegurarte que no quede sobre el agua derretida. Permite que el agua se derrita lejos del pescado y mantenlo con su cavidad boca abajo para que no le entre agua. Nunca lo guardes por largos períodos de tiempo.