Nos guste o no, los efectos del paso del tiempo son inevitables. Con los años, la gravedad hace de las suyas y puede provocar que los senos y los glúteos pierdan firmeza (afortunadamente podemos retrasar este problema).
Adopta estos sencillos hábitos para que nunca tengas que lidiar con los párpados caídos

Lo mismo ocurre con nuestro rostro. Conforme envejecemos, las arrugas y las marcas hacen su aparición sobre nuestra piel. En el caso de los ojos, los párpados se ven caídos y le dan a nuestra cara un aspecto de cansancio y pesadez. Más allá del tema estético, también se pueden presentar problemas de visión.
Si bien la herencia juega un papel importante en la flacidez de los párpados, hay algunos hábitos que podemos evitar para minimizar el problema y retrasar su aparición. Toma nota de cuáles son.
#1 Cuidado con el sol
Aunque te guste lucir un bronceado permanente, el exceso de sol no es nada bueno para nuestra piel. Pasar mucho tiempo bajo los rayos del sol provoca un envejecimiento prematuro, sobre todo en el rostro.
Lo recomendable es utilizar un protector solar especial para la piel del rostro, así como lentes oscuros para cuidar esa zona. Esto aplica igual para cuando sales de vacaciones a la playa, que para cuando estás en la ciudad.

#2 No evadas el desmaquillante
El secreto es simple: si quieres tener una piel hermosa, debes desmaquillarte todos los días. No importa qué tan cansada estés, siempre puedes tomarte 5 minutos para limpiar tu piel antes de dormir. Con esto retrasarás el envejecimiento y la flacidez en toda la cara.
Además de retirar los rastros de tu makeup, los productos desmaquillantes ayudan a eliminar las impurezas que la contaminación nos deja todos los días. Recuerda que debes hacerlo con suavidad, sin aplicar demasiada presión sobre los ojos. Si a esto le añades algún exfoliante o loción limpiadora, tu rostro te lo agradecerá.

#3 Deja que tus ojos descansen
Tal vez no lo has notado, pero cuando estamos cansados tendemos a entrecerrar los ojos y forzar la vista para enfocar bien. Con el tiempo, ese ligero movimiento aumenta las posibilidades de que nuestros párpados se vean caídos.
Ya sea que no estés durmiendo bien, que pases muchas horas frente la computadora o que necesites lentes -y no lo sepas-, estas acciones provocan un sobreesfuerzo en tu vista. Para evitarlo, verifica que estés descansando bien y acude con el especialista para revisar si necesitas lentes o gotas lubricantes en tus ojos.

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