Si pensabas que por tener más de 30 años ya te habías librado del acné y los puntitos negros, lamentablemente estás muy equivocada. Una de cada cinco mujeres entre 25 y 40 años sufren de acné adulto.
¿Acné pasados los 30?

Te preguntarás por qué, si tu piel ya no tiene tanta grasitud como a los 15 años, ya pasaste por esa revolución hormonal que hizo estragos sobre tu piel. Pues las causas son variadas, no necesariamente relacionadas con las recién nombradas.
¿Por qué aparece el acné adulto?
Los factores que despiertan el acné a esta edad son variados. Entre los principales, se encuentran reacciones a ciertos ingredientes que poseen algunas cremas de belleza y los desequilibrios hormonales a los que conlleva. Uno de estos ingredientes es el miristato de isopropilo, muy común en algunos productos indicados para el cuidado de la piel, y que se ha comprobado ha desencadenado brotes de acné.
Los agentes del medio ambiente son otras de las causas de estos granitos, al igual que las reacciones alérgicas a ciertos alimentos o la mala alimentación. El tabaco, ya sea por ser consumidor pasivo o activo, también produce espinillas.
Podemos continuar mencionando las causas del acné adulto, como el estrés y la reacción hormonal hacia ciertas píldoras anticonceptivas. Pero un mito que debemos terminar, para el bien de muchos, es que el chocolate no provoca la aparición de estos brotes sino que son los productos lácteos lo que pueden ser causantes en algunas personas.
Las formas de tratar el acné
Si sufriste mucho acné durante tu adolescencia, los productos que utilizaste para eliminarlo no podrán ser los mismos en tu etapa adulta, ya que no funcionarán.
Las cremas que contienen elementos como alfa-hidroxiácidos (AHA) y ácido salicílico son las más recomendadas. El AHA posee una acción exfoliante que contribuye a mantener la piel limpia y suave, impulsando el colágeno. Mientras que el ácido salicílico contribuye exfoliando dentro del poro, reduciendo la probabilidad de aparición de acné. Pero a no confiarse: la exfoliación no debe hacerse más de dos o tres veces por semana, ya que enrojecerá la piel y la irritará.
Una opción natural es el aceite del árbol de té. Éste puede neutralizar las bacterias en las manchas, acelerando la curación y evitando la deshidratación de la piel.
De todos modos, cualquier tratamiento resulta vano si estamos permanentemente tocándonos la cara y los granitos. Nuestras manos poseen constantemente bacterias y suciedad, y han absorbido lociones y aceites que no le hacen bien al rostro. Este manoseo contamina la piel y ayuda a la aparición de los puntos negros.
Este tema es por demás amplio. Si quieres continuar informándote sobre el cuidado de la piel para evitar el acné y las formas de tratarlo, quédate en iMujer. Podrás leer sobre remedios caseros contra el acné, hábitos poco saludables para la piel, o cómo elegir las cremas de belleza.








