¿Cómo abordar los celos entre hermanos?
Texto: Cintia Saporito
“Como si hubiese intuido lo que sucedía, mi hijo Felipe, que siempre había sido muy tranquilo, empezó a tener conductas extrañas. Incluso antes de que se lo contáramos oficialmente, él supo que tendría un hermanito, y me lo hizo saber: desde arrojar cosas, hasta querer golpearme la barriga, hizo de todo. Al comienzo, lo tomé como algo pasajero pero, ahora que el bebé está aquí, la situación parece ir de mal en peor", nos cuenta Patricia, decoradora. ¿Tú también estás viviendo los celos entre hermanos en casa? Descubre más al respecto.
Los celos son algo normal. La familia es el lugar en el que los niños aprenden sus habilidades sociales, moldean su personalidad y generan vínculos a largo plazo. La competencia y los desacuerdos forman parte de la naturaleza humana, y no es una sorpresa que se inicien en casa, nos explica la especialista en salud mental, Janet Lehman, colaboradora del sitio EmpoweringParents.com. Tus niños pueden celarse mutuamente, pero no deja de ser un sentimiento normal, agrega el terapeuta infantil, James Lehman.
Pros y contras. Es frecuente que los hermanos se comparen y compitan por la atención y el afecto de sus padres. Sin embargo, la situación se vuelve negativa si alguno de ellos comienza a sentirse "inferior" que sus siblings en algún aspecto.
Los celos podrían permitirte identificar inseguridades y temores de tus hijos, brindándote una oportunidad única de ver el problema y enfrentarlo tempranamente.
What you can do. Aunque, como mamá, no podrás eliminar la rivalidad entre tus hijos, sí puedes asegurarte de darles suficiente amor, cuidado y atención. Al mismo tiempo, deberás establecer límites en torno al nivel de caos que estás dispuesta a tolerar, agrega el experto. A continuación, sus propuestas:
- Responsabiliza a ambos. Aunque puede que uno de tus hijos haya comenzado la pelea, deberías retarlos por igual. Podrías establecer esta regla: si hay sibling fights, todos se irán a la cama media hora antes, sin importar quién haya empezado.
- Deja de ser el referee de sus peleas. ¿Terminas siempre en el medio? Excepto que se trate de una situación de bullying, no intervengas como jueza para decidir quién está en lo cierto y quién no. En cambio, podrías sostener: "No se pelea en esta casa. Ambos deben aprender a alejarse y, si no quieren hacerlo, tendrán que asumir las consecuencias". A modo de castigo, réstales tiempo de videojuegos, computadora, móvil, etcétera.
- Diffuse jealousy. Si uno de tus hijos se siente particularmente celoso del otro, sin convertirlo en un big deal, destaca algo que haya hecho bien y enfatiza sus rasgos positivos. Remarca hechos concretos y déjale saber que valoras sus esfuerzos, tanto como los de su hermano.
- Bríndales one-on-one time. Trata de ofrecerle a cada uno de tus hijos 15 minutos diarios de tu atención exclusiva. Déjales elegir qué tienen ganas de hacer en su tiempo, nos sugiere la antropóloga cultural Susan Smith Kuczmarski. Aprovecha para conectarte con cada uno ¡y tendrán una razón menos para competir por ti!