¡Finalmente lo que muchos esperaban! Goku ha conseguido presentarle a Beerus al verdadero Super Saiyajin Dios... y como ya sabemos, no es otro que el propio protagonista de la serie.
[Review] Dragon Ball Super: Episodio #9 (Spoilers)

Siento la espera, Beerus. ¡El Super Saiyajin Dios al fin nace!
Efectivamente, uno de los momentos que más se esperaban en esta nueva etapa ha llegado, aunque no de la mejor forma, si se puede decir. En esta reseña nos centraremos más bien en ese aspecto, ya que a lo largo del episodio es el único hecho importante que mueve la historia.
Para verle lo positivo, lógicamente la llegada de una nueva transformación se hace sumamente interesante, no únicamente por el hecho en sí de Goku ascendiendo a un nuevo estado, sino por todo lo que implica tanto en sus amigos como Beerus y Whis. Sin embargo, y dejando la nostalgia de lado, este evento no tiene siquiera punto de comparación con transformaciones anteriores, tanto de los personajes protagonistas como de varios de sus enemigos.
Si bien hablamos de un pasaje divino, que para muchos era incluso desconocido, se trató de una secuencia corta, insulsa y que perteneciendo a una raza guerrera por excelencia como los saiyajin, nada tuvo que ver con los combates.
Hasta ahora, casi todas las transformaciones habían sido motivadas por el deseo de superación para vencer a un enemigo: nadie puede olvidarse de la mítica aparición del Super Saiyajin ante Freezer, en una batalla intensa que nos mantuvo pendientes de principio a fin. Tampoco podemos dejar de lado lo que fueron las fusiones, el Super Saiyajin 3, o las transformaciones "perfectas" de Cell, Freezer o Majin Buu... todas secuencias de muchísimo más impacto que lo visto en este capítulo.
Claro está, en los tiempos de una película las cosas deben simplificarse, pero Dragon Ball Super era la ocasión ideal para dotar al Super Saiyajin Dios de una inolvidable escena de transformación... oportunidad que fue triste y objetivamente desaprovechada.
Al parecer esa fue la tónica del capítulo, con situaciones minimizadas por el guión o lo visual, pero que el propio espectador entiende de mayor importancia: un Shenron mucho más pequeño de lo visto en otras épocas (que sí colabora en mostrarnos la importancia de un verdadero dios como Beerus), y lo poco importante de una noticia clave en cualquier familia, como el anuncio de embarazo de Videl.
Y sí, es obvio que si nuestra vida corre peligro existan prioridades... pero nuevamente, las cosas se podrían haber presentado de forma mucho mejor, sin perder la esencia de la historia y sin resultar forzado o incongruente.
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Puntaje: 5.5/10 - Un episodio ineludible para entender la historia que se nos presenta, pero que falla en darnos lo que el público espera, dejando algo tan importante como el Super Saiyajin Dios como poco más que fan-service. Lo bueno para nosotros es que está por llegar esa primer pelea tan ansiada, aunque al mismo tiempo, también sentimos el miedo por lo que pueda llegar a suceder.









