Muchos de los actores de Hollywood son mundialmente conocidos por sus buenas actuaciones, pero a veces nos olvidamos de que muchos de ellos tienen más de un talento, que incluso a veces es aún mejor que el de la actuación. Ese es el caso de Ross Marquand, quien le da vida a Aaron en The Walking Dead, y que tiene un maravilloso talento oculto que desde que salió a la luz lo ha hecho demasiado popular: ¡es el mejor haciendo imitaciones! De ese tipo de performances que podríamos estar viendo un día entero sin parar de reír.
Ross Marquand de The Walking Dead trabajó por un día en la revista Esquire, y no le fue muy bien...

El actor fue el protagonista de un video lanzado por la revista Esquire, en donde aparentemente Marquand es pasante por un día, y las cosas no salen demasiado bien. El actor hace uso y abuso de su talento para la imitación, para sacar provecho en su nuevo trabajo, y lo que sucede es demasiado divertido.
Buen actor, pero mal pasante

Todo muy divertido, hasta que el actor se convierte en un pasante de la revista y comienza a tener actitudes poco correctas para quedar mejor parado que sus compañeros de la oficina. Lo que sucede, es que a la hora de conseguir entrevistas con celebridades, Marquand se sitúa como el mejor de la revista, ya que consigue los contactos con todos los famosos que podamos imaginar. Pero no todo es perfecto, porque lo que el actor realmente hace es usar su capacidad para imitar para hacerse pasar por grandes celebridades como Kevin Spacey o Justin Timberlake.
A medida que pasan las horas, sus compañeros se dan cuenta de que Ross no está trabajando, sino solo hablando por teléfono y engañando a todos. ¡Y aún peor! Su jefe los mandaba a servirlo, trayéndole café cuando quisiera. Pero tarde o temprano, la verdad iba a ser descubierta.
¡No te pierdas el divertido video!
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¿No es genial? ¡Sí que me ha hecho reír! Es imposible no reconocer su enorme talento como imitador, ha logrado dejar a más de uno boquiabierto. Espero que si en algún momento se va de la serie, tenga su propio programa de humor en alguna parte, ¡no tendría desperdicio!




