Portugal nos recuerda que es parte del viejo continente ganando Eurovisión

Ha llegado ese momento del año en que la atención se torna a Europa para la celebración de la gran final del festival de la canción más popular: Eurovisión.

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O, para ser más francos, el festival de geopolítica europea disfrazado de festival de la canción.

Aquí sobresalen las alianzas y las viejas rencillas entre los países. Pero como no se pueden decir directamente a la cara lo que piensan, porque no es lo más diplomático, se esconden detrás de votos para canciones.

¿De qué va?

Cada país europeo inscribe una canción, y luego de varios castings y competencias se decide quiénes son los veintitantos que competirán en la gran final, que es el evento televisado que se ve en gran parte del mundo.

Luego de que cada país finalista se presente es turno para todos los países de votar. Cada nación tiene un jurado que decide la repartición de puntos, que van de 1 a 12. Al final el que tenga mayor cantidad de puntos, gana.

Desde 2016, sin embargo, se implementado un nuevo método, que es lo mismo pero incluye el voto del público. Por medio de llamadas o mensajes de texto, la gente puede votar por su canción preferida.

Con esta nueva modalidad lo que ocurre es que, luego de recibir todos los puntos de todos los países, los presentadores incluyen los puntos que cada canción recibe del público, desde el que recibió menos, hasta el que obtuvo más.

https://www.instagram.com/p/BTt1azllLWw/

Esto puede cambiar los resultados de forma dramática, a menos que el público y los jurados estén de acuerdo. Como ocurrió este año con Portugal.

Salvador Sobral

Este es el ganador de la edición 2017 de Eurovisión. Ya se presentaba como uno de los favoritos, junto al italiano.

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Y desde el primer momento en que comenzaron las votaciones se mantuvo a la cabeza sin tropezar ni una vez.

Salvador interpretó una balada a piano que podría ser parte de cualquier cuento de hadas. Una canción romántica y con sentimiento, acompañada de una de las mejores voces de la noche. La canción fue sencilla, la interpretación fue minimalista, y eso fue todo lo que hizo falta.

Para los que no lo saben, Eurovisión es un concurso donde ganan dos tipos de canciones, la típica euro pop de festival, o la típica balada blanda de festival. Salvador no dudó en lanzar alguna crítica a todo esto, luego de ganar, claro:

«Vivimos en un mundo de música rápida. Esta es una victoria para la música… la música no son fuegos artificiales, la música es sentimiento».

Él se refiere a la tendencia, no solo en Eurovisión, de lanzar canciones generadas por procesos de producción impersonales y más bien corporativos. Como para terminar de acentuar la estaca, Sobral volvió a interpretar Amar Pelos Dois con su hermana, la compositora del tema.

https://www.youtube.com/watch?v=tXodL-oQGws

Otros destacados

Pero Portugal y su lección no fueron los únicos protagonistas de la noche. Hay que decirlo, Eurovisión es, en gran parte, sobre los memes.

Porque tienes que tener en cuenta que se trata de una noche donde unas 26 canciones son interpretadas casi sin parar una tras otra. Y como casi todas son generadas por la misma máquina productora, hay que ingeniarse algo para destacar.

A veces la voz basta, otras veces la puesta en escena, otras no cae mal una historia desgarradora y/o emotiva. Pero hay quienes no quieren arriesgar y deciden que mejor se aseguran ser recordados.

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A lo largo de la historia de Eurovisión hemos visto más de un ejemplo completamente alocado de esto. Este año tuvimos algunos momentos para el baúl de las locuras eurovisivas:

El bromista

Supongo que deberíamos comenzar por lo más obvio: el bromista que se subió a escena a enseñar el trasero a Europa y el mundo.

En un principio se pensaba que era un fan Australiano —¿Australiano? ¿Qué pinta Australia en Eurovisión? Que estaba de invitada— En fin, se creía esto porque el personaje estaba cubierto con una bandera del país.

Pero resultó ser Vitalii Sediuk, el reconocido bromista ucraniano que ya ha hecho titulares por jugar bromas a famosos en la alfombra roja y otras joyas más.

¿Harambe?

En Tumblr algunos estaban preocupados por la falta de memes este año en el festival. Y ciertamente es una de las ediciones más normales que hemos visto… Hasta que salió Italia al escenario.

Francesco Gabbani interpretó Occidentali’s Karma, que aunque parezca una ofensa a la cultura oriental, es más bien una sátira a la tendencia a apropiarse de las demás culturas que tenemos en el lado occidente del mundo.

Entre que Francesco, muy italiano él, hacía el Om con el típico gesto italiano de las manos, y que estuvo acompañado por un gorila durante su actuación, las cosas empezaban a parecer más Eurovisión y menos American Idol.

Forever Alone

Ya debes ser forever alone si tienes que ir a Eurovisión a hacer un dueto contigo mismo. Pero en serio, la actuación de Croacia fue bastante buena para esa definición.

Jacques Houdek interpretó My Friend, a dos voces, sus dos voces y fue… Interesante.

Lorde wannabe y su caballo

Sabes que estás viendo Eurovisión si hay un caballo en lo alto de una escalera sobre el escenario. Y junto a él una chica que es como una especie de Lorde crecida cantando delante de una pizarra llena de frases misteriosas.

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Excepto por el bad boy. Dihaj, la cantante de Azerbaiyán, interpretó Skeletons así.

Yodel It

Todos estábamos escépticos ante la idea de Rumania interpretando una canción con yodeling, hasta que ocurrió y ya nadie se salvó de querer imitarle. Lo dicho que para ser tomado en cuenta en este festival hay que buscar la forma de destacar.

Claro que si en medio de la presentación le metes un beso romántico, pues, ¿mejor?

Intervalo más eurovisivo que Eurovisión

Una vez todos los países finalistas han interpretado sus canciones, tenemos que esperar a que los jurados emitan sus votos y que se cuenten los votos del público. Mientras eso pasa no podemos estar sentados sin hacer nada.

Así que tenemos más música. Y ya te tiene que decir algo cuando las interpretaciones del intervalo tienen más locuras típicas de Eurovisión que el propio festival.

Onuka es un acto de electro-folk de Ucrania que nos dejó el sabor que hacía falta para sentir que uno había visto Eurovisión. Esto ocurría entre Vitalii mostrando el trasero y Portugal ganando.

Menciones honorables

Me van a permitir dejarles aquí algunas de las interpretaciones que ni fueron suficientemente alocadas, ni recibieron suficiente atención.

https://www.youtube.com/watch?v=t1KKjykH6fw

Por ejemplo Alemania. Por razones de envidia geopolítica es poco probable que Alemania vaya a ganar Eurovisión pronto. Ya saben eso de mostrarle a las grandes potencias que nos caen mal. Pero Levina y su Perfect Life no merecían quedar de penúltimo (solo porque España fue un desastre).

Reino Unido es otro que no suele llevarse la simpatía del resto en este festival, y ahora que decidió que la Unión Europea es muy de los 90, menos. Pero Lucie Jones fue, posiblemente, la mejor voz de la noche, con su Never Give Up On You.

¿Recuerdan a Wilson Phillips? Holanda, sí, y nos mandó a estas tres hermanas que juntas sonaban así de bien. Que además venían acompañadas de una historia para levantar la simpatía del mundo, con una madre enferma y demás.

Francia, sí otra que no suele tener la simpatía del resto (y bueno, ya sabemos que los franceses son muy franceses) suele llevar buenos representantes, como Italia. Este año no fue la excepción con Alma y su Requiem.

Moldavia trajo a una leyenda de Eurovisión para ver si este año le salían bien las cosas, y fue una de las interpretaciones más entretenidas. Ah, la leyenda es el saxofonista Sergey que ya había participado en 2010 (bueno y el resto del grupo: Sunstroke Project).

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https://www.youtube.com/watch?v=pHXDMe6QV-U

La nota baja

Sí, la de España que llevó a Manel Navarro con su Do it for Your Lover, una especie de pop sazonado con reggae que intentaba transmitir esa indiferencia despreocupada de la juventud y que despertó la total indiferencia de Europa. Solo consiguió cinco puntos y porque se los dio el público.

Más bajo que España tenía que quedar Ucrania, no por la canción, aunque… Si no por los presentadores. No se trata de que Oleksandr Skichko y Volodymyr Sotapchuk fueran malos presentadores. No, su inglés fue bastante claro, fueron simpáticos y nos salvaron de la avalancha de chistes de papá que suelen darnos en Eurovisión.

El problema es que el mensaje de este año, supuestamente, era la diversidad, y no sé si dos hombres blancos eran la mejor forma de transmitir diversidad. Además es la primera vez que no hay una mujer entre los presentadores. Mal plan, Ucrania.

Eurovisión Kiev 2017

Pero no me tienes que creer todo a mí, todavía tienes oportunidad de ver la gran final de Eurovisión al completo aquí:

https://www.youtube.com/watch?v=ehH0_UXtQlY