¿Me puedo hacer mi propio piercing?

Si bien en Internet existen varios artículos y vídeos que muestran los pasos para que puedas hacerte un piercing, existen varias complicaciones que pueden surgir de un mal manejo de la técnica. Aunque a simple vista hacer un piercing parece sencillo, hay ciertos parámetros que debes seguir y que solo los profesionales manejan, por lo que no es recomendable que tomes la decisión de perforarte a ti mismo/a.

Muchas personas pensarán: si hay tanta información disponible, ¿me puedo hacer mi propio piercing?; y a la mano también hay varias respuestas que te ayudarán a esclarecer tus dudas y ayudarte a decidir por un profesional en el área, en vez de dejar esta tarea en tus manos.

Hacer tu propio piercing

Como ya mencioné en la red existen muchas páginas con instrucciones para que puedas realizarte un piercing, pero hay que tomar en cuenta que muchas veces esa información no es verídica. Y aunque esté hecha por un porfesional, no es una herramienta suficiente para convertirte en un profesional y darte luz verde para experimentar con tu cuerpo.

Si somos sinceros sabemos que en épocas anteriores -no muy alejadas de estos años, pues es una práctica común- las abuelitas y madres eran las que les hacían las perforaciones en las orejas a las niñas pequeñas. Pero esto no quiere decir que está bien, y si no me crees puedes ver cuantos errores (grandes y pequeños) te puedes encontrar en una simple perforación del lóbulo de la oreja, eso sin contar las molestias e infecciones que de seguro sufrió más de una sin necesidad.

Razones para no hacerte tu mismo/a un piercing

Existen diversas razones que deberían convencerte de no realizarte un piercing por tu cuenta, éstas son algunas de las más importantes:

El piercing se debe realizar en un espacio adecuado, en donde se cumplan estrictas condiciones de higiene tanto del local, del equipo y las personas; muchas veces en casa se nos puede pasar por alto este detalle, que hace proclive a generar infecciones en las heridas.

El especialista tiene el conocimiento exacto de lo que está haciendo, no solo en el manejo de los materiales, sino de la anatomía que le ayuda a colocar de manera correcta un piercing. Muchos de los piercings que se lucen hoy en día están en sitios en donde hay nervios y arterias, por lo que cualquier error puede comprometer seriamente tu salud.

Asimismo, la experiencia es un herramienta muy útil en este sentido, no le pagarías por un trabajo a alguien cuya experiencia no conozcas ¿cierto? (sobre todo si el trabajo es sobre tu cuerpo); pues en este caso la persona sin experiencia vendrías a ser tú y puedes aplicar la misma premisa: si no tiene experiencia, no hay seguridad de que pueda hacerlo bien, por lo que es mejor pagar un poco más y asegurarse un buen resultado.

¿Te has hecho o te harías un piercing a ti mismo?